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Las inútiles cuentas de la Casa Real

Desde que Podemos tiene voz y votos parece que se ha puesto de moda eso de aclarar las cuentas, que no es lo mismo que rendirlas. El PSOE acaba de dar publicidad a sus cuentas oficiales, Pujol acaba de decirnos a todos que es un delincuente fiscal a pesar que desde que se intervino Banca Catalana todos lo suponíamos, ya solo falta que Eduardo Inda le enseñe su nómina a Pablo Iglesias y que Rajoy autorice a que se publiquen las de su partido con la firma de su tesorero y de su gerente. La Casa Real siguiendo órdenes de Felipe VI (en adelante F6) nos ha dicho que también nos va a dar cumplida cuenta de lo que hace con el dinero que todos le damos para que ejerza de rey jarrón, un rey muy vulnerable, de limitados movimientos y que tal como en el ajedrez utiliza a la reina para protegerse ante un pueblo que no sabe ni entiende que es lo que verdaderamente hace aparte de turismo institucional.

F6 debe ser de los que piensan que los españoles deben llegar a entender que la monarquía es barata, que mantener el régimen es cosa de unos cuantos duros y que los reyes y sus descendientes van a tratar de llegar a fin de mes con los ocho millones de euros anuales que suma su nómina, aunque en realidad el boato total nos cueste más de 600 millones de euros cada 365 días, o lo que es lo mismo un millón y medio diario.

También nos dice F6 que los miembros de la familia real no podrán trabajar en empresas privadas. Teniendo en cuenta que la familia real se reduce hoy a JCI, Sofia, los reyes y sus hijas de cortísima edad, la disposición se la podía haber ahorrado, sobre todo porque todos sabemos que, a excepción de la actual reina en sus tiempos mozos y la infanta Cristina como inconsciente empresaria de éxito en operaciones fraudulentas, residente en Suiza y asalariada de La Caixa, en esa familia no ha trabajado nadie desde que en 1317 se creara en Francia la Casa de Borbón. Siete siglos sin dar un palo al agua es demasiado tiempo para prohibirle a alguien que empiece a darlo, no hace ninguna falta, lo llevan en los genes. Otra cosa es que F6 quizás considere que ser consejero de alguna eléctrica sea trabajar, puesto que por otra parte ahora solo podrían ofrecérselo a JCI o a su esposa griega, cosa que nunca sucederá.

Lo que F6 no sabe o finge no saber, es que a los republicanos poco o nada nos importa en que se gasta el dinero la real familia, lo que nos importa es que exista. Lo que nos importa es la barrera que la monarquía representa para que se puedan hacer realidad las eternas aspiraciones de la clase trabajadora, esa clase a la que F6 de forma totalmente dictatorial impide pertenecer a su familia, condenándonos a todos a mantenerlos de por vida. Mucho mejor sería que una vez alcanzada la mayoría de edad las hijas de F6 consiguieran un trabajo digno en lugar de vivir indignamente a la sopa boba, lo mismo alguna de ellas se hacia republicana al ver como vivimos los españoles de a pie. Que cosas se me ocurren.

La monarquía no es un problema de números, es un problema en si misma, un escollo que a través de los tiempos ha impedido que la justicia social se eleve por encima de todas las justicias. Su eliminación no necesita justificación, al igual que su restablecimiento no fue justificado sino impuesto por un dictador psicópata que firmaba las sentencias de muerte después de asistir a misa y comulgar en su capilla privada. 

La República es la única forma de frenar los abusos de las personas que tienen mayor poder, del gobierno y de las minorías, la única forma de proteger los derechos fundamentales y las libertades civiles de los ciudadanos, de unos ciudadanos a los que la monarquía convierte en súbditos y además en nuestro caso impide la libre elección de la jefatura del Estado, convirtiendo al presidente del Gobierno con mayoría absoluta en un reyezuelo impertinente que a nadie da explicaciones si no quiere darlas. En la República el pueblo ostenta la soberanía de forma efectiva.

No es la República, como casi todos sabemos, algo nuevo, algo derivado del progresismo, no, su existencia se remonta a más de 2.300 años, cuando Aristóteles sentaba sus tres pilares:
  • La división de poderes y su control recíproco.
  • La participación política activa por parte de los ciudadanos. 
  • La representación de todas las clases sociales dentro de las instituciones de gobierno con iguales atribuciones y prevalencia de ninguna.
Pilares que permiten y garantizan:
  • La libertad y la igualdad 
  • La realización de la justicia y del bien común.
  • La realización plena del desarrollo de las capacidades cognitivas humanas 
Los españoles no debemos admitir una democracia basada en una Constitución a todas luces defectuosa y aprobada desde el miedo y el desconocimiento, una Constitución que al otorgar privilegios contradice, vulnera el principio supremo de igualdad entre los españoles. Solo la derecha política y las fuerzas económicas que la sustentan en su provecho pueden defender un sistema como el nuestro y así lo hacen para mantener sus privilegios, unos privilegios que obtienen del recorte de nuestros derechos básicos hasta tal punto que han conseguido que nos adaptemos, resignados o no, a vivir en la pobreza aún teniendo un empleo.

Que F6 nos diga en que se gasta el dinero poco nos importa, a mi por lo menos muy poco, lo que si me gustaría es que nos contase lo que ha hablado con el rey sátrapa de Marruecos ante el que se descalzó o ante el máximo mandatario de El Vaticano ante el que se inclinó, en ambos casos en representación de todos los españoles, incluidos los que en ese momento estaban siendo desahuciados, despedidos de su trabajo o hacían cola en un comedor social. 

Desde luego cierto es que F6 está preparado para reinar, lo que pasa es que para estar preparado para reinar solo hace falta ser "hijo de", estar educado en el lujo, aceptar la injusticia social y aceptar un trono aunque esté construido con sangre republicana derramada por todos los confines de España, con el botín de 40 años de represión y con la vergüenza de una transición interminable a causa de una Constitución negociada en los reservados de los restaurantes de lujo por siete políticos, cuatro de ellos franquistas.

En palabras de Francisco Rubiales, "Nuestra Constitución, asumida en su día por un pueblo tan sediento de democracia como inculto e incapaz de discernir entre democracia real y dictadura de partidos, sólo le sirve ya a los políticos profesionales que disfrutan de privilegios y ventajas en el poder y a unos partidos políticos que se han apropiado del Estado y que carecen de frenos, controles y contrapesos". 

"La actual Constitución tolera y permite la corrupción que atraviesa España de parte a parte, con protagonismo especial del sector público, que los políticos fracasados o sospechosos de delito no dimitan jamás y que el foso que separa a ricos de pobres se ensanche cada año. Pero la actual Constitución, que hoy celebran y alaban los poderosos ante una creciente indiferencia de la sociedad, es la que ha permitido que España sea hoy uno de los líderes mundiales en casi todas las disciplinas y prácticas vergonzantes: tráfico y consumo de drogas, prostitución y trata de blancas, desempleo, avance de la pobreza, baja calidad en la educación, fracaso escolar, blanqueo de dinero, privilegios para los políticos, desprestigio de la democracia, rechazo al liderazgo político y un largo etcétera que convierte a España en un país enfermo"

"Los demócratas españoles y los millones de descontentos, frustrados, damnificados, empobrecidos e indignados han probado la sangre de los grandes partidos políticos en las recientes elecciones europeas y quieren mas. En un país donde cada día hay mas ciudadanos con ganas de vengarse de los políticos y menos esclavos capaces de someterse a los partidos, la muerte de la actual casta política y de todos aquellos que han participado en la destrucción de España está garantizada".

 "La actual Constitución Española está tan prostituida y violada que ya es irrecuperable. Además, es antidemocrática. Ha llegado la hora de que nos dotemos en España de una verdadera Constitución democrática, que impida la corrupción, el abuso del poder, el despilfarro sin freno, el poder ilimitado de los partidos, la marginación del ciudadano, el control político de la Justicia y otras muchas lacras". 

Amén.
Benito Sacaluga



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