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Desviando el tiro

Tripartito
Antes de que se celebrasen las últimas elecciones generales el objetivo principal de todos los partidos de izquierda era conseguir que el Partido Popular, con Rajoy a la cabeza, fuera enviado a la oposición. Ahora, vistos los resultados lo que parece es que lo que se pretende es que los populares sigan en el gobierno.






El PSOE tira de principios, de unos principios que nunca practicó, para oponerse a un pacto con la verdadera izquierda. Pactar con nacionalistas, no, dicen hoy desde Ferraz. Olvidan que en 2003 llamaron a las puertas catalanas para lograr apoyos en el caso de resultar la lista más votada en las elecciones generales que se avecinaban, el precio se tasó en la modificación a fondo del Estatuto de Autonomía catalán. Los socialistas recogieron el guante de inmediato y el secretario de Desarrollo Autonómico, Juan Fernando López Aguilar, se mostró dispuesto a negociar la reforma del Estatuto que acordasen las fuerzas políticas catalanas. Por el lado del PP, Aznar firmó un pacto en 1996 (Pacto del Majestic) entre el Partido Popular y Convergència i Unió según el cual el partido de Jordi Pujol daba apoyo a la investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno a cambio de darle más competencias a Cataluña y del apoyo del PP a CiU en Cataluña. Como resultado de este pacto, el 4 de mayo de 1996 Aznar fue investido presidente del Gobierno por mayoría absoluta en la primera votación gracias a los votos de CiU, el PNV y Coalición Canaria Son solo dos ejemplos de pactos en los que la soberanía de España perdía fuerza y se sentaban las bases para construir lo que hoy sucede en Cataluña. Mientras, el PNV espera agazapado la evolución del "problema" catalán.

Desde el PP y el PSOE califican a Podemos de independentistas cuando no de anti-sistema, a pesar de que Iglesias ya ha manifestado hasta la saciedad su postura a favor de que Cataluña siga formando parte de España. Según Podemos lo que defienden es el derecho a decidir, la celebración de un referendum, una consulta en la que lo más probable es que su resultado aparcase las maniobras independentistas de Junts pel si y la CUP.

Se habla desde el PSOE de líneas rojas, cuando la realidad es que más que una línea lo que están haciendo es levantar un muro que les mantenga a salvo de ser fagocitados por Podemos. Simplemente miedo...y con razón.

Un miedo que traspasa la piel de los actuales barones del PSOE y de los que lo fueron. Personajes tan significativos con Gonzalez o Guerra, por poner solo dos ejemplos, aconsejan una gran coalición PP-PSOE, otros ex dirigentes como Corcuera hasta la exigen de forma descarada. Resulta penoso ver y escuchar a José Luis Corcuera despotricar contra Pedro Sánchez y hasta pedir su dimisión desde la televisión de los obispos. Dice Corcuera, además, que él cobra la pensión máxima y que la cobra gracias a las cotizaciones que ha efectuado durante su vida laboral, una pensión máxima que jamás estaría cobrando si no fuera por haber sido diputado en las Cortes Generales, menos aun si tenemos en cuenta que el gran obrero Corcuera se prejubiló a los 53 años, una opción dorada inaccesible para el resto de la clase trabajadora.

Por otro lado, y a pesar de las criticas furibundas que desde el PP se lanzaron y se lanzan en contra del tripartito catalán salido del Pacto del Tinell, ahora estarían dispuestos a un gobierno formado por el propio PP, PSOE y Ciudadanos. Critican la falta de estabilidad que un pacto de izquierdas supondría para el país y sin embargo están dispuestos a formar un tripartito en el que al menos y sobre el papel dos de las fuerzas políticas que lo integran son antagónicas....o deberían serlo.

Según están las cosas parece ser que la izquierda española perderá, otra vez, la posibilidad de gobernar y puede que nos veamos abocados a otras elecciones. Una nuevas elecciones que no se celebrarán en aras del interés general, se convocaran o no dependiendo de la aritmética, de si las mismas benefician o perjudican a PP y PSOE frente a una más que posible coalición preelectoral de las actuales fuerzas que aglutina Podemos con UP-IU.

En definitiva, desde el PSOE todo accidentalista, todo maniobras dirigidas a salvarse. El tiro que debían disparar contra el PP lo intentan desviar hacia Podemos, pero lo más seguro es que el tiro les salga por la culata.

Benito Sacaluga

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