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Republicanismo gallego: la ORGA

Nos acercamos al estudio del republicanismo gallego a través de su formación más representativa la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA).

Eduardo Montagut | Eco Republicano

La ORGA fue una formación política gallega de izquierdas, republicana y favorable a la autonomía de Galicia. Fue fundada en 1929. A comienzos de septiembre de ese año, Santiago Casares Quiroga, destacado personaje de la futura Segunda República, Antón Vila Ponte, Emilio González López y otros intelectuales y políticos gallegos se reunieron en el Casino de Santiago de Compostela con el objetivo de crear un nuevo partido. ORGA eran las siglas de la Organización Republicana Gallega Autónoma. Este partido debe inscribirse en el contexto de efervescencia política gallega en la agonía de la Monarquía de Alfonso XIII y en el período previo a la llegada de la República. Además, tendría un destacado protagonismo en la dialéctica dentro del galleguismo entre los que defendían claramente una opción nacionalista y los que buscaban más el engarce con un estado republicano autonomista. Efectivamente, en un principio dominaban los más galleguistas, lo que explica el manifiesto inicial publicado en la prensa en el mes de octubre de 1929 en el que se abogaba, además de por promover la riqueza y la cultura de Galicia, por una república federal y por la causa europeísta también. Pero muy pronto las tensiones con los defensores de un mayor engarce con el resto del Estado Español, llevarían a los más galleguistas a la creación del Partido Galeguista, como tendremos oportunidad de ver.

En el mes de marzo de 1930 se firmó el Pacto de Lestrove de gran trascendencia en el ámbito del galleguismo y el republicanismo gallego. En el pazo de Hermida de este lugar coruñés se reunieron representantes del ORGA y de la Alianza Republicana del ámbito gallego. Recordemos que la Alianza Republicana era la plataforma política, creada en 1926 y que unía a gran parte del republicanismo español, fundamental en el camino posterior para la llegada de la Segunda República, y que supuso un verdadero revulsivo en el republicanismo español. Pues bien, en Galicia asistieron a la reunión los radicales con Gerardo Abad Conde, destacado político radical coruñés y luego ministro, los federales y los radical-socialistas. Curiosamente, la CNT también acudió como observadora.

El Pacto de Lestrove supuso la creación de la Federación Republicana Gallega como plataforma electoral. Se decidió designar a Gerardo Abad Conde para que asistiese como orador a un mitin de afirmación republicana que se iba a celebrar en Madrid en el mes de septiembre, y nombrar a Casares Quiroga como el representante de la importante reunión que en agosto se iba a producir en San Sebastián, y donde nacería el Pacto de San Sebastián. Por fin, es interesante reseñar que se ofreció al liderazgo de la Federación al Manuel Portela Valladares, pero declinó el ofrecimiento. A cambio puso a disposición de la Federación el periódico El Pueblo Gallego.

La Federación y el ORGA participaron en las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1931 en las listas republicano-socialistas. En Galicia se jugaban 44 escaños totales y la Federación más el ORGA consiguieron 17 actas de diputados. En el Congreso entraron a formar parte de lo que se denominó Minoría Gallega.

En el debate constitucional el portavoz de la Federación más el ORGA fue el destacado médico Roberto Novoa Santos, que defendió la propuesta autonomista del Estado Integral. Esta propuesta pretendía superar el choque entre la pujanza de las regiones que tenían una gran conciencia nacionalista con la de las que se resistían y que habían ejercido la hegemonía política tradicionalmente en el Estado español. Aunque Galicia pertenecería al primer sector junto con Cataluña y País Vasco, Novoa y la Federación-ORGA eran conscientes que Galicia no tenía la pujanza política de Cataluña ni su lengua se había desarrollado como la catalana, pero defendieron que tenía derecho a la autonomía.

La Federación no duró mucho tiempo porque cuando se proclamó la República los radicales y los radical-socialistas se marcharon de la misma. Su final efectivo llegaría en la primavera de 1932.

Santiago Casares Quiroga y una parte de la Federación-ORGA se decantaron más por participar activamente en la consolidación de la República que en luchar en sí por la autonomía gallega. Casares fue ministro en varias ocasiones en el primer Bienio y en los primeros momentos del gobierno del Frente Popular, para luego ser presidente del Consejo de Ministros cuando estalló la sublevación. En todo caso, desempeñando esta máxima responsabilidad se celebró el referéndum para el Estatuto de Galicia, que se aprobó el 28 de junio de 1936.

Los más galleguistas, es decir, los más nacionalistas, liderados por Ramón Suárez Picallo, participarían, como apuntábamos al principio, en la fundación del Partido Galeguista a finales del otoño de 1931, saliéndose de la Minoría Gallega del Congreso. Este nuevo partido tenía como principales líderes a Castelao y Alexandre Bóveda. Antonio Villar Ponte, por su parte, siguió con Casares, pero le abandonó en 1934, integrándose en el Partido Galeguista, con el que consiguió salir diputado en febrero de 1936.

En mayo de 1932, ya disuelta la Federación, la ORGA pasó a denominarse Partido Republicano Gallego (PRG). Se integraría posteriormente, junto con otras formaciones, en línea con lo que venía haciendo desde la proclamación de la República de priorizar la estabilidad del régimen político, en la Izquierda Republicana de Manuel Azaña.


Eduardo Montagut Contreras es Doctor en Historia Moderna y Contemporánea, colabora con Eco Republicano desde 2014.

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