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A 1 de febrero

A 1 de febrero...
Lamentablemente la mayor parte de los españoles estamos “acomodados” en el capitalismo salvaje, con las migajas que les caen a los podridos capitalistas sobrevivimos... ¿Dónde nuestra dignidad?

Además el gobierno y los medios nos tienen entretenidos con el monotema “puigdemont” mientras nos van colando disposiciones y medidas contra el interés general que benefician a la minoría de siempre. ¿Dónde nuestra capacidad política para sacudirnos de encima a esta nefasta administración?

La torpe ministra de trabajo se atreve a afirmar que los pensionistas no han perdido poder adquisitivo con el ridículo 0,25%... Penoso que el colectivo de casi 10 millones de perceptores de pensiones no haga la debida respuesta a tanta osadía y desprecio. ¿Dónde y cuándo la respuesta debida?

La sanidad pública la siguen desmontando en el día a día al no invertir en personal, equipos, mantenimiento... y la privada se flota las manos ante el gran negocio que les crece y les infla sus cuentas de explotación.

El paro oficial “baja”al instalarse la penuria contractual de la que se sirven para re-explotarnos más si cabe. El movimiento obrero domesticado o desengañado por/o de las burocracias sindicales ya no da señales... Los empresarios pueden hacer lo que les de la gana.

El presidente del gobierno se desentiende de equiparar y corregir la desigualdad salarial entre hombres y mujeres públicamente... y luego se llena la boca con la palabra “constitución” y su “cumplimiento”.

Nuestros jóvenes, aquellos hijos de trabajadores que contra viento y marea lograron formación universitaria o profesional se ven abocados a la emigración como única salida...

La libertad de expresión sigue amordazada y es una espada de Damocles para críticos y “rebeldes” que los fiscales administran a las órdenes de gobierno. Los grandes corruptos siguen en la calle...

Ante tanta desolación en cuya descripción me he quedado cortísimo, los medios tv y demás nos sorprenden con las celebraciones de cumpleaños del rey y la condecoración otorgada a una niña de 12 años cuyo único mérito es la herencia genética... y se olvidan o obvian descaradamente los millones de niños que pasan hambre y penuria todos los días, ayer, hoy y mañana y al otro...

Pero oficialmente todo va “bien” salvo esa mosca “cojonera Puigdemont” y sus secuelas...

¡Curioso país el nuestro!

Salud y República.

Salva Artacho


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