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Alternativas desde los valores republicanos

Hay alternativa y es republicana.

Rafael Luna
Esta frase la estamos repitiendo en todos aquellos foros donde ALTER está presente, es casi un mantra, y por ello debemos desgranar como se configura esa alternativa; tenemos la obligación de exponer qué queremos.

Evidentemente hemos de seguir transmitiendo los valores republicanos, ya que sin estos no es posible una democracia plena. La República es un régimen de participación colectiva y diaria de hombres y mujeres; es una forma de vida.

Valores tales como deliberación, libertad, igualdad, solidaridad, defensa de lo público, laicidad, racionalidad y austeridad, responsabilidad, justicia, civilidad, tolerancia…son la base del republicanismo radical con el que nos identificamos.

En el corazón de todas nuestras propuestas está la República, que es la mayor promesa de emancipación que el pueblo español ha tenido en su historia.
La República nos dotó de sus grandes leyes: el sufragio universal, el secularismo, la escuela republicana, la libertad de asociación, libertad de sindicación….

Es por ello que frente al actual sistema partitocrático oponemos una democracia radical, es decir, listas abiertas en una única circunscripción; revocación del cargo electo por refrendo; cambio de la actual regulación de la iniciativa legislativa popular (ILP) a fin de que tengan mayor alcance político y efectividad; nueva ley de referéndum que elimine la totalidad de las trabas actuales y tenga un carácter de obligado cumplimiento para el gobierno de la nación y no meramente consultivo.

Hay que promulgar una legislación de partidos y sindicatos en la que se regule, de manera clara y efectiva, todos los aspectos de los mismos como su financiación incluyendo sanciones penales por mala praxis de sus dirigentes.

Abogamos por un referéndum sobre la forma del Estado, en un doble sentido, su concepción general, es decir, república o monarquía porque creemos que el jefe del mismo no debe ser un cargo hereditario sino que tiene que ser elegido por el único soberano de una nación libre: el pueblo. Por otro lado la concepción más concreta; en pocas palabras, nuestra idea de España no es otra que el de una República Federal que acabe de una vez con el “café para todos” que se instauró con el actual sistema de autonomías.

Somos republicanos, y como tales, por etimología y por principios, hacemos la defensa de lo público nuestra bandera. Es por ello, que frente a la privatización de la sanidad antepongamos una sanidad pública, de calidad y universal; aseguramiento de la Seguridad Social con cargo a los presupuestos generales del Estado a fin de preservar mediante ley su financiación; modificación a fin de su potenciar sus efectos, de la ley de Dependencia hasta lograr su universalidad.

La mejor inversión de un pueblo es la que hace en la educación de sus hijos, por ello no podemos dejarla en manos ajenas que busquen el lucro, por ello defendemos una enseñanza pública y de calidad desde primaria hasta la Universidad, asegurando por ley que esta no vuelva a estar dependiendo de los vaivenes de los gobiernos de turno.

La igualdad, como principio republicano, se hace en este sentido más presente ya que los estudios universitarios deben de estar al alcance de todos los ciudadanos. Por ello el actual sistema de becas debe ser sustituido por otro que genere condiciones de igualdad en el acceso a los estudios superiores por encima de las diferencias de renta de los progenitores.

Es un lujo que un país no se puede permitir el que nuestras mentes mejor dotadas tengan que emigrar, por lo que es una necesidad el potenciar la investigación científica, asignando unas dotaciones dignas en los presupuestos generales del estado respaldando un politica de ciencia decidida y coherente que nos ponga de una vez a la altura de los países de nuestro entorno.

Entendemos la justicia como un derecho, por lo que hay que derogar el actual sistema de tasas que abre la espita de la desigualdad; debemos reforzar los juzgados para que estos sean más eficaces; es imprescindible que el actual sistema de organización de jueces y fiscales a fin de que el poder judicial sea verdaderamente independiente, y no esté supeditado al resto de poderes del estado, particularmente el ejecutivo.

Hay que reconquistar todos los derechos laborales que los trabajadores españoles hemos perdido en estos últimos años, y en especial, con el actual gobierno. La competitividad, los beneficios empresariales no están reñidos con los derechos de los trabajadores. El estimulo de las cooperativas y otras formas de economía social son otra de nuestras prioridades.

Así mismo, creemos que hay que reforzar el entramado industrial; hay que apoyar al autónomo y al PYME reduciendo tramites y figuras burocráticas, facilitando la fluidez permanente del crédito, para lo que proponemos convertir el ICO en un banco público de crédito, y no en un mero intermediario como ahora sucede.

Al mismo tiempo que el crédito empresarial debe fluir de nuevo, tenemos que regular el actual sistema bancario español creando una potente banca pública. En especial, hemos de derogar el decimonónico régimen hipotecario. La vivienda es un derecho, jamás puede ser considerada una carga que aplaste la vida de los ciudadanos.

Estas son algunas propuestas entresacadas de nuestro extenso documento político; hay muchas más, y desde Alternativa Republicana avanzamos con propuestas innovadoras, creíbles y que dan la sensación de que el tiempo para el cambio finalmente ha llegado y que los que vienen estarán listos mañana para poner en práctica los principios que defienden.

Estas propuestas se basan en los valores republicanos básicos, que defenderemos siempre desde una izquierda republicana moderna, independiente, firme en sus posiciones.

Hay Alternativa y es Republicana.

Rafael Luna


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