Todo parecía que la desafección de la ciudadanía hacia las
instituciones y en especial hacia las europeas estaba llegando a niveles
alarmantes. Los resultados, muestran que las predicciones no estaban
desencaminadas. Al menos el 54,15% de los votantes —de un censo de 36,5
millones de personas—, más de la mitad, no ha ejercido su derecho a voto y en
Europa ha llegado al 56,89%. De alguna forma, la alta abstención, deslegitima la
capacidad de las candidaturas elegidas para llevar a cabo sus propuestas
electorales.
Víctor Arrogante |
Este 25 de Mayo, 500 millones de ciudadanas y ciudadanos —el
censo electoral está formado por más de 360 millones—, de los 28 Estados
miembros de la Unión Europea, hemos celebrado las primeras elecciones bajo el
Tratado de Lisboa, que ha supuesto, no solo elegir a los 751 eurodiputados al
Parlamento Europeo, sino también, de forma indirecta, al presidente de la
Comisión. Los países con mayor población tienen más escaños que los países con
menos, pero estos últimos, tienen más escaños de los que tendrían si se
aplicara la fórmula directa proporcional. Seis escaños tienen Malta,
Luxemburgo, Chipre o Estonia, frente a 99 Alemania, 74 Francia, y 73 Italia y
Reino Unido; España, con 47 millones de población, le corresponden 54 eurodiputados.
El clima de desánimo y desinterés ciudadano respecto de la
vida política, se ha traducido en una tasa de participación del 45,85%; es
decir, 0,95 puntos superior a la de
2009 (44,90%), que supondría uno de los niveles más bajo de las elecciones
europeas celebradas en España. En las elecciones de junio de 1989, participó el
54.8% y en las de junio de 1994, un 59.6%. El desplome participativo se originó
en las de junio de 2004, con solo un 45.9% de votantes sobre el total de
electores, y se consolidó en junio de 2009, en las que hubo una participación
del 44,9%. En España, la participación ha sido algo superior a la media
comunitaria.
Desde las elecciones europeas celebradas el 7 de junio de
2009, el Parlamento Europeo, con 754 eurodiputados, ha tenido la siguiente
conformación, según el número de escaños y porcentaje de representación: 265
escaños y 36% el Grupo Parlamentario Populares Europeos; 184 escaños y 25% los Socialistas
y Demócratas; 84 escaños y 11,4% los Liberales y Demócratas; 56 escaños y 7,5% los
Conservadores y Reformistas; 55 escaños y 7,3% el ALE-Los Verdes; 35 escaños y 4,8%
La Izquierda; 32 escaños y 4,5% Euroescépticos; y 27 escaños y 3,5% los Parlamentarios
no inscritos.
Por su parte los 50 escaños de la representación española han
estado repartidos entre seis formaciones políticas: PP con el 42,72% y 23
escaños; PSOE 39,33%, 21 escaños; Coalición por Europa CEU 5,18%, 2 escaños; IU
3,77%, 2 escaños; UPyD 2,89% y 1 escaño; y Europa de los Pueblos-Verdes 2,53%,
1 escaño. Ahora, además, han conseguido representación parlamentaria: Podemos y
Ciudadanos, con 5 y 2 escaños respectivamente.
Si todo se desarrolla como esta previsto, según Ángela
Merkel, habrá una «gran coalición», una «propuesta consensuada», un pacto entre
los grupos mayoritarios —conservadores y socialdemócratas—, para la formación
de la nueva Comisión y elección del Presidente, que dirigirán la política
europea los próximos cinco años. El candidato del Grupo del Partido Popular
Europeo (PPE) presentó a Jean-Claude Juncker —ex primer ministro de Luxemburgo
y antiguo presidente del Eurogrupo—. El Grupo de la Alianza de Progresistas
Socialistas y Demócratas (S&D) ha sido Martin Schulz, —actual presidente de
la Eurocámara—. Por su parte, el Grupo de la Izquierda Unitaria
Europea-Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) presentó a Alexis Tsipras, líder del
partido griego Syriza. Visto lo visto, la próxima Comisión, será algo parecido
a lo que hasta ahora teníamos: gobernará la derecha conservadora.
En cuanto a los resultados generales en el ámbito europeo,
podemos ver como la participación ha ido descendiendo convocatoria tras
convocatoria, desde el 62% de 1979 (con solo nueve países miembros), al 43% de
2009 (con 27 países), 0,11% menos que la abstención de las actuales elecciones,
con el 43,11%, con 28 países. Entre los grandes países de la UE, la
participación en Alemania se situó en el 47,9%, mientras que en Francia alcanzó
el 43,5%, en Italia el 60% y en Reino Unido el 36%.
Los dos grandes grupos no se han visto tan afectados como
podría esperarse. El PPE ha obtenido 211 de los 751 escaños, un 28.1% del total
y los socialdemócratas (S&D), subiendo cuatro escaños, hasta llegar a los
193 (25,7%). A estos les sigue la Alianza Liberal Demócrata, que sufriría un
fuerte castigo, pasando de 84 a 74, como tercera fuerza del Parlamento Europeo.
Con estos resultados, los dos grandes grupos han obtenido 404 escaños, por lo
que se verán obligadas a trabajar juntas. El candidato del PPE a presidir la
Comisión, Jean-Claude Juncker, considera ganador a su grupo y ya ha reclamado
sustituir a Durao Barroso al frente del Ejecutivo comunitario.
Según las encuestas a pie de urna La Coalición de la
Izquierda Radical Syriza ha ganado las elecciones en Grecia (entre el 26% y el
30% de los votos), seguida de los conservadores del primer ministro, Andonis
Samarás, quedando en tercer lugar el partido neonazi Amanecer Dorado, con entre
el 8% y el 10%.
En Francia, ganaría las elecciones, por primera vez a nivel
nacional, la ultra derecha de Marine Le Pen, Frente Nacional, con, un 25%;
quedando relegado a la tercera posición el Partido Socialista en el gobierno,
con un poco más del 14%. En segunda posición se situó la conservadora Unión por
una Mayoría Popular (UMP), con algo más del 20% de los votos. Le Pen aspira a
crear un nuevo grupo de extrema derecha antieuropeo, lo que le permitiría
acceder a más recursos.
En Alemania, el bloque conservador de la canciller Ángela
Merkel habría ganado las elecciones europeas con el 36% (con entre 35 y 36
escaños), recortando posiciones el Partido Socialdemócrata (SPD), con entre 27
y 28 escaños (27,5%). Los Verdes obtendrían entre 10 y 11 escaños (11%) y La
Izquierda que aspira a 7 u 8 (8%). Los euroescépticos Alternativa por Alemania
(AfD), irrumpen con fuerza con el 6,5% de los votos, obteniendo 6 escaños y
entran por vez primera en la Eurocámara.
En Italia el Partido Democrático, que lidera el primer
ministro, Matteo Renzi ha obtenido el 33% de los votos, seguido por el
euroescéptico Movimiento 5 Estrellas, con el 26,5%, mientras que Forza Italia,
el partido de Silvio Berlusconi, ha quedado relegado a la tercera posición con
el 18%.
El ultranacionalista y xenófobo Partido Popular Danés ganó
en Dinamarca con el 23,1%. En Finlandia, los conservadores de la Coalición
Nacional, con el 22,4%. En Portugal han ganado los socialistas, con entre el
30% y 34%, unos siete puntos más que en las anteriores europeas, mientras que
la Alianza Portugal, que integran el PPD/PSD y su socio de coalición, obtienen
entre el 25% y el 29% de los votos. La tercera posición la alcanza el Partido
Comunista de Portugal, con entre el 12% y el 15%.
Como estaba previsto, se ha producido el ascenso de partidos
de la ultraderecha, nacionalistas, euroescépticos y populistas. El ascenso de
estos partidos, diferentes en su origen, pero con una misma desconfianza hacia
la UE, responde a distintos motivos, y no siempre tiene raíces sólidas en la
política nacional: el ascenso creciente de la xenofobia y rechazo a los
inmigrantes, la exaltación de la patria, por encima de instituciones
supranacionales y el rechazo al Sistema. Partidos de raíz neofascista y
populistas de derecha que van ahora juntos.
En España, las últimas encuestas, apuntaban a un empate
técnico entre Partido Popular (PP), 31,5% y Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), 30,5%, dando ligera ventaja al PP, obteniendo idéntico número de
escaños, 19 cada uno. Como vemos, los resultados obtenidos se alejan mucho de las
predicciones a la baja. El PP ha obtenido 16 escaños (26,05% de los votos) y
perdiendo 8 escaños gana las elecciones. El PSOE, obtiene 14 escaños (23,02% de
los votos), perdiendo 9 escaños, ha sufrido una escandalosa derrota. El
bipartidismo, que no llega ni al 50% de los votos, definitivamente pierde poder.
Veremos como repercuten los resultados de estas elecciones en la política
nacional y en la europea
Podemos es el gran triunfador. Con Pablo Iglesias a la
cabeza, ha conseguido un 7,96% de los votos y 5 eurodiputados, en sus primeros
comicios en los que se presenta en sus cuatro meses de vida. La Izquierda
Plural, articulada en torno a IU, con el 9,99%, triplica el número de votos y
consigue 6 escaños (4 más de los que tenía). UPyD sube con fuerza y pasa de un
representante a cuatro. CEU (CiU y PNV) se queda con tres. EPDD obtiene dos
eurodiputados, así como Ciudadanos. Con un escaño se quedan Los Pueblos Deciden
y Primavera Europea. Vox se queda fuera del Parlamento y el partido de Elpidio
Silva, con un 0,67% de los votos, supera al Partido X, con 0,63%.
El bipartidismo en Europa se mantiene con una leve pérdida
de peso relativo y en España se resiente de forma definitiva. Esta disminución ha
sido como consecuencia al amplio descontento ciudadano hacia la forma en que el
PP y el PSOE han gestionado la actual crisis. Está por ver como se proyectan
estos resultados sobre las elecciones generales del próximo año. Han obtenido
escaños algunas nuevas formaciones, que van a dar más color a la eurocámara y
en España mayor peso a las candidaturas independientes y ciudadanas, como es el
caso de Podemos.
Los grandes han perdido las elecciones y nada va a seguir
siendo igual. El movimiento ciudadano se ha dejado notar en estas elecciones,
percibiéndose la necesidad de una regeneración democrática. Caras de funeral en
Génova y en Ferraz, la valentía de Elena Valenciano, que con la ausencia del
secretario general del PSOE, valora los resultados como muy malos para su
formación. Algo diferente tienen que hacer, se me ocurre que reconvenirse a la
ideología de la que nunca debieron separarse. Otros han subido en votos y representación,
con la esperanza de que cualquier tiempo que venga sea mejor. La ciudadanía seguimos
a la espera.
Fuente: Diferentes agencias informativas y medios de comunicación.
Víctor Arrogante
En Twitter @caval100