¡Y he aquí la cuestión! Porque estos peperos que nos han machacado a todos durante cuatro años. Que han estado pasando la apisonadora constantemente, que han mentido de forma miserable, con conocimiento y causa, que han despreciado a los medios de comunicación, a los que sólo han utilizado si han podido y han minusvalorado en sesiones de plasma o sin dejarles hacer preguntas. Ahora resulta que piden a los demás altura de miras, acuerdos por España. ¡Hay que ser mendrugos! Están fuera de la realidad.
Ahora más que nunca ha quedado claro que el único partido que les quieren apoyar es Ciudadanos, su partido sucedáneo, su partido blanco. Un partido que ha ido de más a menos y que ahora se quiere convertir en salvador de la patria. De la suya claro, que poco tiene que ver con la de muchos de nosotros.
Y es que es difícil, por no decir imposible, que se pueda apoyar, aunque sea absteniéndose, a un partido que no ha contado con ningún otro partido en el parlamento para aprobar leyes, que no ha aceptado enmiendas de nadie, que ha decidido erigirse como único protagonista de la última legislatura.
A ver quién no recuerda que ha manejado la RTVE pública a su antojo, cambiando las reglas de juego, dejándola en los niveles más bajos de audiencia y más altos de manipulación informativa. O cómo se puede pactar con un grupo que ha aprobado en solitario la LOMCE, conocida como ley Wert, ese ministro chulo que ha acabado premiado con un puesto magnífico en París. O la llamada ley Mordaza que trata de impedir que nadie se manifieste, salvo que vaya en rebaño domesticado y calladito. O quién llega a acuerdos con quien ha sido capaz de crear más independientes que nunca, con su indolencia e inacción, en Cataluña.
A todo esto, habría que añadir mucho más, sin olvidar la corrupción y la defensa de la misma que han hecho los peperos, hoy todavía Rajoy defiende a un diputado, Gómez de la Serna, que entre sesiones del Congreso se ha dedicado a forrarse con comisiones utilizando su cargo.
Y de los recortes qué. De las amnistía fiscal para sus amiguetes, de la desigualdad, de la reforma laboral, ¿qué decir?
En fin, podría seguir, lo anterior no es todo, es sólo una parte. No nos extrañemos. Nadie que tenga un poco de vergüenza puede pactar con estos peperos que tanto daño han hecho a los ciudadanos. Que gobiernen si pueden con sus súbditos de Ciudadanos y si no pueden, que se disuelvan las cortes y se convoquen nuevas elecciones.
La obligación de Rajoy es intentarlo y la obligación de la oposición es negarse a ayudar a quien les ha chuleado durante toda la legislatura y que tanto daño ha hecho a los españoles. Que no nos vengan con peticiones de auxilio, cuando han sido ellos los que han encendido el fuego de la discordia y el odio. Pero, ¿es que a alguien les puede extrañar que se encuentren solos?
Salud y República
Rafael García Almazán