Viñeta de Vergara en www.eldiario.es |
Nos encontramos entre dos aguas. Unas venenosas y otras revueltas que matan. Unas con armas, otras con odio concentrado. La viñeta de Vergara que he insertado en este artículo lo dice claramente.
Los asesinos son los terroristas. No nos caben dudas, y hay que acabar con este terrorismo salvaje. Pero, del otro lado –las redes sociales han sido protagonistas en directo--, están aquellos buitres que, siempre a la espera de este terrorismo, con su lengua venenosa tratan de ampliar su odio y extender su ponzoña por doquier, con el fin de pescar en río revuelto.
Y es que si unos matan, otros contaminan. Los terroristas son fanáticos de la muerte, los buitres son fanáticos del odio y la xenofobia, y en este caso de la islamofobia; todo les vale con el fin de destilar cianuro.
Por otro lado, el rey de España juega con una doble baraja. Hace ocho meses visitó a sus íntimos amigos, la casa real saudí, y ahora está lamentando lo ocurrido con este atentado. Hay que ser coherentes. Arabia Saudí, está demostrado que además de no cumplir los mínimos derechos humanos en su país, y en países vecinos, suministra ayuda a los terroristas.
Lo mismo vale para nuestro querido gobierno que tiene entre sus clientes más importantes en el mercado armamentístico a países como Arabia Saudí y Qatar, ambos con vinculaciones terroristas. Las relaciones con esos países nunca deben concernir al mercado de armas, porque esas armas pueden terminar en manos terroristas o servir para cercenar los derechos humanos de su gente o aplastar a otros países, como el Yemen.
Es hora de que nos vayamos aclarando. Hay que acabar con el terrorismo de Isis. Pero también hay que terminar con esa carroña que generaliza, criminaliza, suelta salvajadas y echa la culpa a todos los musulmanes, de los crímenes de unos pocos.
Y dejémonos de hipocresía. No utilicemos la economía como una religión en la que hay que creer. No a las formas deshonestas e inmorales de obtener riqueza. Ya es hora de que actuemos poniendo por delante los derechos humanos. No se puede estar adorando a los instigadores. La Casa Real no puede tratar, como si fueran miembros de su familia, a los monarcas de los países que ayudan a los terroristas y que no respetan los derechos humanos, Y, menos aún, que el gobierno de España deba exportar armas a Arabia Saudí o Qatar. No se puede estar en misa y repicando a la vez. Y el gobierno y Felipe VI lo hacen sin el menor pudor. Suma y sigue…
Salud y República
Rafael García Almazán
Fuente: Kabila