¡Vaya discursito! Seguro que lo ha preparado Rafael Hernando, y él, en todo caso, ha quitado sólo los tacos. Un discurso pepero y lamentable, sesgado y sectario. Así es que, según este rey pepero, los únicos responsables son los gobernantes de Cataluña.
Y qué decir de lo que no ha dicho. Ha obviado lo que todo el mundo sabe, la responsabilidad política del PP y, no tiene perdón, además ni una mínima mención a lo que pasó el domingo. A los 850 heridos. Ni tan siquiera un recuerdo. Está claro que hoy, más que nunca, esté rey está defendiendo su poltrona, que ve en el alero.
Una falta de sensibilidad, unas omisiones graves, un tono amenazador a una de las partes, sin tocar la otra. Esto no es un discurso, es una apología al PP y a su trono. Este rey ha demostrado ser un pirómano y no un bombero, con este discurso no me extrañaría que desde Cataluña se acelerara la Declaración de Independencia.
Hoy, tenemos un responsable más de esta crisis: Felipe VI, un personaje cuya sangre azul coincide con los colores peperos. Hoy Felipe VI está en la picota. Muchos españoles se habrán dado cuenta de cuál es su verdadero objetivo: “Mantenerse en su puesto, ayudando al PP, que es su aliado natural”.
Estoy escuchando a distintos comentaristas de izquierdas, y parece mentira que todavía les intimide un jefe del Estado tan sectario como éste y se plieguen a criticas mínimas o a simples alabanzas. ¡Basta ya! Que este rey se vaya con Rajoy. Es hora de la III República. Hoy, más que nunca, Cataluña se está alejando. Y, francamente, no me extraña.
Salud y República
Rafael García Almazán
Fuente: Kabila