Víctor Arrogante | Eco Republicano
Con motivo del triste aniversario del 11M en Madrid, tuve la
oportunidad de mantener una larga conversación en 2014 con Pilar Manjón,
presidenta de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo y madre de Daniel,
que perdió la vida en los terribles atentados terroristas. Hoy cuatro años
después, retomo la entrevista que publiqué en Diario Progresista (etapa
anterior) con el título: «Desde el dolor se puede llegar a los derechos humanos
y la paz».
Aquel día «Todo se truncó brutalmente. Escuchaba la Cadena
Ser; Iñaki Gabilondo informaba sobre el atentado y desde entonces todo ha sido
un sin vivir. Levanté a mi otro hijo y le dije: vamos a la universidad a buscar
al niño». Ella «sabía», dice, que a su hijo le había cogido de lleno el
atentado. Me relató, en una amplia conversación, sobre aquel día aciago y los diez años (ahora catorce) de su
calvario.
Años de dolor y falta de entendimiento. Desprecio, amenazas
e insultos por parte de muchos. Pilar recuerda las palabras de Álvarez Cascos: «cambiamos
de gobierno por esta puta y cuatro mierdas más». O cuando Esperanza Aguirre, al
entregarle una subvención para la Asociación le dijo: «esto es mejor que un
premio de lotería, porque no paga a Hacienda». También Manuel Cobo, entonces
vicealcalde de Madrid, en la inauguración del monumento a las Victimas del 11M:
«Ahora vendrán las putas de la Montera a pedir otro monumentito». El PP no
mantiene relación con la Asociación y menos con Pilar. Cuenta, que en un acto
de homenaje a las víctimas, «fui a saludar a Rajoy, ya presidente del Gobierno,
cosa que el no había hecho, la reina sí; y la despidió con un: pues nada a ver
si acaba esto que es domingo y habrá que descansar».
Pilar Manjón, nació en el pequeño pueblo cacereño de
Palazuelo-Empalme; su padre era el jefe de estación. Con la imagen del tren ha
vivido y ahora el tren sigue siendo una pesadilla negra, sin soñar, viviendo la
realidad, de forma intensa, con dolor, la pérdida de Daniel, su hijo de 20
años, muerto en los atentados del 11-M en Madrid, en el año 2004, en los que
murieron con él 193 personas y 2.057 resultaron heridas.
Hablando con ella, se me borraron las preguntas que tenía
preparadas hacerle, hipnotiza su serenidad y emociona su actitud. Su dolor y
sus lágrimas estremecen; y sus palabras convencen fluidas contando lo vivido
aquel negro día. Recuerda todo, cada instante, cada palabra, cada paso que dio,
desde las 7 de la mañana, hasta que 8 días después del atentado, le entregaron
en «un cajón» los restos mortales de Daniel.
¿Cómo viviste aquel 11 de marzo? «Todo se truncó
brutalmente. Desde entonces todo ha sido un sin vivir. Levanté a mi otro hijo y
le dije: vamos a la universidad a buscar al niño». Pese a la insistencia de ir
a buscarlo, ella «sabía», dice, que a su hijo le había cogido de lleno el
atentado. Cuando llegaron a la estación del Pozo, la situación era
indescriptible, me cuenta. Un caos de gente vagando de un lado a otro; ambulancias,
sirenas y gritos. «Vamos a casa, por si llama el niño», decía su hijo para
apartarse de aquella dantesca visión. Empezaba un calvario para Pilar y su
familia que dura hasta hoy. Conocieron que en el hospital Gregorio Marañón,
estaban llevando heridos y hacia allí se dirigieron, con la esperanza de
encontrar a Daniel. «Un psicólogo clínico estaba leyendo los nombres de los
heridos que se encontraban ingresados. «¡Encuentren a mi hijo!», fue su grito
desgarrador y se derrumbó.
«Recuperada, nos dirigimos al IFEMA, donde se había
instalado un tanatorio forense, para albergar a los 191 cuerpos destrozados y
sin vida. Todo era un caos; nadie sabía nada y poco se hacía». El caos que
cuenta Pilar, estaba siendo dirigido por la que entonces era subsecretaria del
Ministerio del Interior, María Dolores de Cospedal, quien contaba, que al
llegar, se dio cuenta de que había mucha gente de muchos sitios diferentes,
Ayuntamiento, bomberos, Instituto Anatómico Forense, pero no había nadie que
coordinase y se puso ella. Pilar Manjón dice «Después entendí el por qué de la
desorganización, siendo la directora del operativo quien era. Los cuerpos hacinados
y una multitud de familias que acudían para reconocer a los muertos».
El proceso forense de reconocimiento fue penoso por su
lentitud. No se querían cometer los mismos errores que se habían producido, un
año antes, con los 62 cuerpos de los militares fallecidos en el accidente del
Yak-42, cuando 30 de los militares españoles muertos, fueron enterrados o
incinerados, sin que se hubiese acreditado su identidad, según informaba El
País el 2 de marzo de 2004. Ahora, recuerda Pilar, «con 191 cuerpos, se quería
tener la seguridad de la identidad de las víctimas, antes de entregarlos a las
familias. Mi hijo y la novia de Daniel, no me dejaron sola ni un momento, pero
necesitaba andar y ver lo que me rodeaba. Les dije: dejadme, voy a dar una
vuelta. De los muchos grupos y colectivos de voluntarios que había para atender
a las víctimas, se me acercó un señor que dijo ser del Opus Dei: "dios te
ha mandado esta prueba y tienes que sobrellevarla"». Hundida, pero airada,
sacó la fuerza de su convicción y contestó: «Yo no le he pedido nada a su dios,
ni a ningún otro, déjenme en paz». Después de 8 días y 8 noches, «Me entregaron
el cuerpo dentro de un cajón, con un crucifijo». Suspira y comenta «en este
país no aprenderemos a respetar a la gente ni a sus ideas».
Daniel tenía 20 años y fue asesinado cuando se dirigía a la
Universidad. Era estudiante en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y
del Deporte (INEF). Joven alto, fuerte; un prototipo de atleta. Eran las 7
horas y 10 minutos de la mañana cuando Daniel se levantó. «Mami hasta la tarde
no regreso, que tengo hockey». Le preparó el desayuno, la comida y despidió a
Daniel con «Besitos». Serían las 7:25 AM. Cinco minutos después, caería muerto
en la estación del Pozo del Tío Raimundo, junto con otras 67 personas
trabajadoras.
Pilar, ¿existen responsabilidades previas al atentado?: «Si,
en cuanto que no se tuvo en cuenta toda la información que iba saliendo
referente a los grupos yihadista en España». Los atentados del 11M fueron
ideados en 2001, un año antes de la invasión de Irak, como venganza por el
desmantelamiento de la célula de Al Qaeda. Esta célula se había establecido
siete años antes en España, acusando a ciudadanos y gobernantes de ocupar el
territorio islámico de Al Andalus. Pilar recuerda que en unos días antes (trabajaba
en el Ministerio de Defensa), observó un exceso de precauciones y medidas de
seguridad. «Algo temían, sobre algo que se preparaba y en concreto en el
transporte público».
Cuenta Pilar, que la Asociación 11M Afectados por el
Terrorismo que preside, presentó en los juicios su informe, que coincide con la
tesis del profesor Fernando Reinares en su libro ¡Matadlos! (El título procede
de una serie de versículos del Corán, que el instigador, Abu Dahdah, dirigente
terrorista, tenía subrayados). La decisión de atentar en España se tomó por motivos
de venganza por haber desmantelado la red de Al Qaeda en 2001 y el conjunto de
actuaciones antiterroristas en las que España se había destacado en los noventa.
Para Pilar Manjón, el detonante final, fue la participación de
España en la guerra de Irak y encuentra una constante en los actos de estos
grupos terroristas: En New York, el 11-S hubo cuatro aviones y en Madrid cuatro
trenes. En New York fue un día 11, como en Madrid, y el presidente Aznar y su
política, tenían puesto el foco en ETA. «No protegió a la ciudadanía, contra el
terrorismo islamista y no prestó atención a las consecuencias de la
participación de España en la guerra de Irak».
Según Manjón, tanto la investigación policial, como la
instrucción del sumario, estuvieron sometidas a una presión constante. «El
sumario consta de 245.000 folios, riguroso con el más mínimo detalle,
respaldado por siete informes». Ella no cree en las verdades absolutas, pero si
en el Estado de Derecho y en los hechos probados de la sentencia del sumario
20/2004 y la sentencia del Tribunal Supremo 503/2008.
Tres días después del atentado, el 14 de marzo, se
celebraron elecciones generales y ganó el PSOE. Los resultados estuvieron
condicionados por los atentados, pero no por el atentado mismo, sino por la
gestión del gobierno Aznar durante tres días. Pilar iba abstenerse, estaba
hastiada de la política, pero recordó las palabras de Daniel: «tu tienes que ir
a votar, después de la guerra de Irak no puedes abstenerte». Y el domingo,
derrumbada físicamente y emocionalmente rota −todavía no le habían entregado el
cuerpo de Daniel−, sostenida por su hijo, se dirigieron al colegio electoral en
el distrito Puente de Vallecas y exigió a la presidenta de la mesa electoral,
que se hiciera constar que a Daniel Paz Manjón, «no le habían dejado votar unos
asesinos».
¿A tu entender como ha sido la actuación de los responsables
políticos de los gobiernos de Aznar, Zapatero y Rajoy ante los atentados;
estuvieron a la altura de las circunstancias? «Responsabilizo al gobierno de
Aznar de los atentados del 11M. También al gobierno de Zapatero por abandonar a
las víctimas. Soy maltratada por la Administración del PP y sigo sufriendo
insultos y amenazas. Pese a ello, hace dos años que no tengo escolta; el
gobierno de Rajoy me la retiró, porque ETA ya no mata. No me importa, desde que
mi segundo hijo se independizó, ya no me preocupa la protección, ya no llamo a
la policía, ni tampoco pongo denuncias: si vienen me encontrarán».
Finalizando la conversación, Pilar se crece, mientras yo
sigo emocionado por sus palabras y dignidad, cuando dice: «La Asociación y yo
misma, vamos a ser intolerantes hacia las acciones y actitudes de falsedad,
engaño, ineptitud y desidia que conozcamos y sean constitutivas de desamparo o
estafa hacia los afectados».
El día 11 de marzo, se cumplen catorce años de los atentados
de Madrid, en los que murieron 193 personas. En este tiempo ha habido una
polémica entorno a quien estaba detrás de los autores; qué pretendían; si hubo
en la investigación policial e instrucción judicial; si la sentencia llegó al
final de los hechos; o si la teoría de la conspiración
era cierta. Infinidad de preguntas que Pilar Manjón tiene respuesta para casi
todas. Madre de Daniel Paz Manjón, asesinado el 11 de marzo de 2004 en la
estación de El Pozo..
Hace unos días me decía en relación a aquel artículo «Me
sigue encantando, aunque me haga llorar. Gracias»
Víctor Arrogante
En Twitter @caval100