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La barra es larga, por Joan Llopis Torres

La barra es larga, por Joan Llopis Torres
Joan Llopis Torres

Conversaciones en el bar La Barra es Larga. Compendios. Cuando la Guardia Civil cifra en tres mil doscientos los mossos que están dispuestos a dejar su empleo e ingresar en el Cuerpo pidiendo para ellos “ayuda a los agentes de la Policía Catalana que están sufriendo las consecuencias de trabajar en un cuerpo altamente politizado". Mientras en el pueblo hay unos que quieren tirar la iglesia y otros que quieren hacer más alto el campanario. O sería mejor añadieran ‘y así estarían incorporados a un cuerpo altamente politizado de acuerdo a su ideología política que es igual a la nuestra como dos gotas de agua’, o, 'les ajusta más el tricornio que la barretina'. Otra es que estos mossos pidieran la baja en los Mossos y el alta en la Guardia Civil. Vamos, un cambio de pareja. Como aquél que por generosidad cambia de novia todas las semanas dejando la lista de aspirantes siempre abierta y a ellas sin motivo de desesperar. 

Cuando a la Guardia Civil no le corresponde determinar a cuántas personas de las que trabajan en mercerías les gustaría trabajar en una horchatería o ser también guardias civiles. Siendo que la AUGC “exige un complemento de territorialidad para los guardias civiles destinados en Cataluña como el que se instauró en el País Vasco cuando ETA mataba”. Pues ya está entendido. 

La Guardia Civil pide complemento de territorialidad estando en Cataluña, emborronando el cielo de dudas razonables, dejando a algunos perplejos temblando con el vino en la mano, pues tiene la respuesta su qué. Lluvia difícil de explicar. Pues es negar lo que luego se concede a la hora del jornal. 

Si para ellos Catalunya es España, sería como si el sereno, el pregonero y el mismo alcalde del pueblo cobraran complemento de territorialidad por cumplir una misión internacional haciendo de sereno, de pregonero y de alcalde sin dejar el pueblo, no más allá de los lavaderos ni pasar el puente, con su casa a dos calles de la plaza, con la cooperativa y el bar de la Hermandad abiertos a sus horas y el autobús de línea que llega hoy puntual para sorpresa de todos que, sin que tenga nada que ver, para más allá del cuartel y ya están descargando los bultos. 

Aquí no deja de llover sobre el agua vacilante de la fuente. Un concepto de extraterritorialidad que igual que podemos repetir de vino podríamos decir según el estipendio que es el extranjero. Para seguir aclarando lo que no está claro y es más que confuso. O ya está claro. 

Joan.llopis.t@gmail.com

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