Este jueves la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, tras seis horas de reunión por videoconferencia, finalizó sin ningún avance significativo y con el único acuerdo de concederse un periodo de quince días para establecer una respuesta fiscal coordinada que pueda mitigar el gran impacto de la crisis sanitaria por el COVID-19 sobre sus economías.
El acuerdo da este plazo a los Ministros de Finanzas del eurogrupo para presentar propuestas: "Estas propuestas deberían tener en cuenta la naturaleza sin precedentes del golpe que tiene el COVID-19 en todas nuestras economías y nuestra respuesta se intensificará, si es necesario, con más actuaciones de forma inclusiva y a la luz de los acontecimientos para dar una respuesta amplia" han acordado los 27.
Previo al acuerdo, España e Italia rechazaron un primer documento por falta de ambición económica manifestando abiertamente su desacuerdo. Lejos de alinearse con el apoyo que exigían los países del sur europeo, el ministro de Economía holandés, Wopke Hoesktra, exigió a Bruselas que investigase a países como España por no tener un margen presupuestario para luchar contra la pandemia a pesar que la zona euro ha crecido en los últimos siete años.
Una postura que ha indignado al primer ministro portugués Antonio Costa que en la rueda de prensa posterior a la cumbre expresó sobre el discurso del holandés: "ese discurso es repugnante en el marco de la Unión Europea" tachando estas palabras de "absoluta inconsciencia". Para Costa la postura holandesa "mina completamente el espíritu de la UE y es una amenaza para el futuro de la Unión" (...) "Si algún país de la UE piensa que se resuelve el problema del virus dejándolo suelto en otro país , está muy engañado. El coronavirus no conoce de fronteras".
O discurso repugnante dos holandeses e o futuro da União Europeia #costabem pic.twitter.com/KvRwLrLt2l— Joao M Fernandes (@jmmfernandes) March 26, 2020
Equipo de redacción de Eco Republicano.
