Pregonan de que somos unos nostálgicos trasnochados, no se equivocan en cuanto a nostálgicos, lo somos, de aquella II República salvajemente aniquilada por el ruido de los sables, porque esos «cuando no tienen razón, usan la fuerza de la sinrazón».
Somos nostálgicos de aquella II República, la más avanzada de su tiempo, de hecho, la Constitución actual toma muchos artículos de entonces, por representar valores y derechos que necesita la ciudadanía.
Ser REPUBLICANO representa una forma de Estado, NO de gobierno, ser monárquico es un anacronismo, algunos aún se creen, que son reyes por la G. de D., se hereda de padre a hijos manteniendo privilegios para ellos y su familia (nunca corta), la única innovación es el debate sobre la «Ley Sálica» desde el año 1500, a eso se llama renovación, por si el hijo de Juan Carlos, tiene un varón, ahora pretenden algunos parlamentarios discutirlo en el Congreso «en mor» de la igualdad, mayor cinismo imposible, lo único que se debe de debatir es, Monarquía o República.
Estamos en recesión económica, aumentan los precios, las hipotecas, el paro, pero solo lo sufre el pueblo, ¿qué miembro de la monarquía está en el paro?, ¿por qué no tenemos los mismos privilegios?, mi heredero debe de estar también conmigo, enseñándole mi oficio, para cuando me jubile acceda al mismo puesto de trabajo que tengo y los otros miembros de mi familia obtener un puesto remunerado en la misma empresa, a eso se le llamaría Igualdad Monárquica, pero estamos en el Siglo XXI, Globalización, Libre Competencia, el periodo de la Clase Media, esa a la que todos los partidos políticos mima y quiere llevarse sus votos, porque las clases altas se sabe a quién vota, los menos favorecidos tienen la tendencia del voto marcada por lo social, pero el contrapeso es esa Clase Media que inclina la balanza en un sentido u otro, esa misma clase que solo mira su bienestar social semi-privilegiado por su esfuerzo para llegar a ser siempre algo más, pero muchas veces manipulado con el miedo a perder sus logros, por la inmigración, delincuencia, etc., o por «cantos de sirenas» como si su vida fuese una eterna odisea, esa Clase Media es la que tiene que ser consciente de su republicanismo, porque se ha hecho a sí misma, lo conseguido ha sido por su esfuerzo, venciendo dificultades y zancadillas.
Condenan a personas por quemar fotografías o llamar ladrón a Juan Carlos, cada vez me siento más REPUBLICANO, por la injusticia demostrada por ser de la Clase Media y por querer que mi voto se sume a los de otros muchos para conseguir la III y definitiva.
José Enrique Centén Martín, escritor y analista político, colabora en Eco Republicano desde 2020
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