Covid-19 · Actualidad · Internacional · República · Opinión · América Latina · Ciencia · Cultura · Derechos Humanos · Feminismo · Entrevistas


Patrimonio Nacional convertido en mecenas a fondo perdido de la Corona

Juan Carlos I y Corinna Larsen

Desde el arreglo de la casa donde se alojaba Corinna Larsen en Madrid, indemnizaciones por despido improcedente a la tripulación del yate Fortuna a los seguros de los Ferrari que fueron obsequiados a Juan Carlos I por el jeque de Dubai, han sido sufragados por los fondos de Patrimonio Nacional según publica elDiario.es.

Hace unos días el medio sacaba a la luz que el organismo público adscrito al Ministerio de Presidencia que dirige Carmen Calvo está sufragando el coste del personal de libre designación, salarios y desplazamientos, que se encuentra asistiendo al rey emérito en Abu Dabi.

Patrimonio Nacional es el organismo público encargado de la conservación del patrimonio histórico español, propietario de los edificios e instalaciones a disposición de la corona y el responsable de sufragar su conservación. En la lista de propiedades a cargo de Patrimonio se encuentra la finca de «La Angorrilla» situada a pocos kilómetros del Palacio de la Zarzuela, lugar elegido por Juan Carlos I y Corinna Larsen para su convivencia como reveló la ya famosa imagen publicada por la revista francesa Paris Match donde aparece el rey emérito haciendo una barbacoa con el hijo de su entonces amiga íntima, una finca que fue el «nido de amor» de la pareja desde 2008 a 2012 y que contó con una reforma integral valorada en 2 millones de euros cuyo coste sufragó Patrimonio Nacional según publicó la revista Lecturas .

Durante su reinado Juan Carlos I recibiría numerosos regalos que acabaron siendo un gasto para el Estado sufragado a través del organismo público. En el año 2000, un conjunto de empresarios regaló al entonces monarca el yate «Fortuna» al que renunciaría en 2013 cuando su popularidad se desplomó debido al escándalo de la famosa cacería de Botsuana. El organismo público procedió entonces a su devolución y se vio obligado a sufragar la indemnización por despido improcedente de los trabajadores del navío junto con la empresa adjudicataria del mantenimiento del buque Unión Naval Valencia. Al organismo le correspondió pagar 1,23 millones de euros por el despido del personal según recogió en su momento la agencia EFE.

En cuanto a los dos Ferrari que Juan Carlos I recibió como obsequio del jeque de Dubai fueron asimismo a parar a Patrimonio Nacional, obligado a asumir su mantenimiento, el pago de los seguros incluido, debido a que la ley establece que le pertenecen las «donaciones hechas al Estado a través del Rey y los demás bienes y derechos que se afecten al uso y servicio de la Corona».

Teniendo en cuenta que la ley de 1982 que regula el organismo de Patrimonio Nacional atribuye a su propiedad aquellos bienes "de titularidad del Estado afectados al uso y servicio del Rey y de los miembros de la Real Familia para el ejercicio de la alta representación que la Constitución y las leyes les atribuyen" este organismo público tal como se ha gestionado durante décadas resulta ser el fondo perdido donde van a parar los más diversos gastos de la corona, donde resulta casi imposible rastrear los pagos de las comisiones de servicio del personal que asiste a la Casa Real, ni de los encargados de su seguridad ya que ni Patrimonio, ni Zarzuela, ni el Gobierno dan detalle alguno sobre los trabajadores y su función exacta.

El sempiterno argumento de la seguridad impide que se tenga constancia alguna y detalle de todo lo relacionado con la Casa del Rey.



Equipo de redacción de Eco Republicano.








Publicar un comentario