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Reig Pla culpa al Gobierno de «convertir a España en un campo de exterminio»

Juan Antonio Reig Pla

El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, afirma que tras la aprobación de la ley de eutanasia España se ha convertido en «un campo de exterminio».

Juan Antonio Reig Pla ha escrito una carta pastoral en la que acusa al Gobierno de ser «bárbaros embriagados de poder» y hace una llamada al personal sanitario a convertirse en «la resistencia ante el mal».

Con un lenguaje y formas propias de otra época afirma: «Avanzada la llamada transición política, y con una Constitución española llena de ambigüedades, las fuerzas laicistas unidas a las fuerzas políticas partidarias de la relativización cultural, moral y religiosa de nuestro pueblo, han conseguido –con la aprobación de leyes que permiten destruir la vida por nacer, tanto en el seno materno como en los laboratorios, y ahora con la aprobación de la Ley de la eutanasia– convertir a España en un campo de exterminio».

Sobre el Gobierno a los que considera «bárbaros ávidos de poder» asegura que «le tenían ganas. La España, tradicionalmente católica y que expandió la fe allende los mares, era un enemigo a batir por sí misma y por su repercusión en los pueblos hermanos de Hispanoamérica, Filipinas, el mismo contexto europeo y la influencia en todo el mundo de nuestros misioneros, activos colaboradores con la transmisión de la fe».

El prelado está convencido de que existe una estrategia para llevar a España a «un tsunami de leyes que desrregularizan el patrimonio cultural y espiritual de España» entre las que cita la del divorcio, la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario hasta llegar a «la nueva ley de educación y la ley de eutanasia», «la puntilla final».

A juicio del obispo estas leyes suponen que «las fuerzas globalistas, los lobbies financieros, sus terminales eutanásicas y el laicismo militante pueden darse por vencedores ante un pueblo anestesiado por los medios de comunicación, la fuerte ingeniería social desarrollada con la perversión del lenguaje» asociado a «un Tribunal Constitucional atrapado por el positivismo jurídico y que deja en desamparo lo que naturalmente constituye lo específicamente humano».




Equipo de redacción de Eco Republicano. 

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