Una agresión homófoba brutal en Madrid y tienes a toda la derecha buscando la nacionalidad de los agresores. Se ponen nerviosos porque se saben culpables.
— Alvaro 🏳🌈 (@alvarosenju) September 6, 2021
La agresión de Malasaña es lo suficientemente grave como para que toda la clase política se una, sin matices, en una condena unánime y tajante. Los agresores no tienen cabida en nuestra sociedad y han de saber que ni representan a nadie ni nadie los representa a ellos.
— Esteban Navarro (@EstebanNavarroS) September 8, 2021
Hoy no es Huelva, es Malasaña. El alcalde de Madrid tiene tiempo para hacer chanzas en Twitter, pero no para condenar una brutal agresión homófoba de 8 encapuchados a un chico de 20 años a plena luz del día. No solo es quitar la bandera del ayuntamiento. También es esto.
— Albert Medrán 🇪🇺 (@medri) September 6, 2021
No creo que quepa ningún “pero” en una condena “sin paliativos” y mucho menos en una agresion HOMÓFOBA como la del domingo en Malasaña.
— Dani Pérez Prada (@daniperezprada) September 7, 2021
El lenguaje importa y construye, deconstruye o destruye.
En los últimos tres años, los delitos de odio por orientación sexual e identidad de género han subido un 17% en España. La agresión de ayer en el barrio de Malasaña, en Madrid, pone los pelos de punta. ¡Basta ya! 🏳️🌈
— Inés Martín Rodrigo (@imartinrodrigo) September 6, 2021
Equipo de redacción de Eco Republicano.