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Julia Otero protagoniza una de las mejores y más seguidas entrevistas en El Hormiguero

Julia Otero


Por Eco Republicano.

Después de un año apartada de la radio para recuperarse del cáncer que padecía, la periodista Julia Otero ha visitado El Hormiguero para hablar de cómo ha vivido los últimos meses y de cómo se encuentra ahora, a pesar de que ha empezado su intervención explicando que no quiere ser abanderada de nada porque hay muchísima gente que sufre esta enfermedad en nuestro país.

Armada de humor, un humor que Julia Otero reivindicó con Pablo Motos en todo momento, inició su entrevista contando lo que hace unos días le pasó con un taxista, que al reconocer que era ella le pidió si podía quitarse la mascarilla para ver cómo había quedado. «El morbo. A los enfermos nos pasan estas cosas», afirmó. «Porque es verdad, porque quién no ha estado enfermo y ha escuchado esa frase de te has quedado muy delgado o no tienes todavía buena cara». Porque el lenguaje, como explicó anoche Julia Otero, es muy importante. Tan importante que si hubo algo que la comunicadora pidiera, reivindicara y señalara de todo el proceso de su enfermedad fue el lenguaje que se utiliza, especialmente con los enfermos de cáncer.

Julia Otero empezó la entrevista por el principio, por aquel día en el que fue a una revisión rutinaria y cuando despertó de la anestesia de la colonoscopia «te despiertas de la anestesia y empiezas a ver caras raras. Y el señor que te ha hecho la colonoscopia te dice que tienes cáncer de colón. ¿Sabes la frase de 'temblar de miedo'? Yo pensaba que era del lenguaje cinematográfico. Pues se puede temblar de miedo. Te pasa la vida futura por delante, la que tú has soñado. Es la melancolía del futuro para el que tal vez no estés presente». 

 


Asimismo la comunicadora quiso recordar las sesiones de quimioterapia a las que tuvo que someterse para superar la enfermedad. En todo momento supo qué sustancia le ponían, qué hacían dichas sustancias... «Sentí un miedo espantoso porque el término quimioterapia ya da miedo, pero escogí preguntar todo a todo el mundo constantemente porque a mí me venía bien saber lo que me estaban poniendo y lo que iba a provocar en mi cuerpo. Y le pedía perdón a mis células buenas», relató.


El consejo de la periodista a la gente que acompaña a una persona enferma de cáncer es sencillo: «Lo mejor es decir la verdad y si no sabes qué decir, di que no sabes qué decir».


Una entrevista personalísima cargada de humanidad que los espectadores supieron premiar con los datos alcanzados en su franja horaria.

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