.png "Pablo Iglesias y Pedro Sánchez")
Por Eco Republicano.
Esta semana hemos conocido que al menos 65 figuras políticas y activistas independentistas catalanes fueron espiados entre 2017 y 2020 mediante el software israelí Pegasus, según el informe de unos de los principales expertos a nivel mundial en detección de ataques informáticos, Citizen Lab.
Entre las víctimas de este espionaje se encuentran Pere Aragonès, presidente de Cataluña desde 2020; Quim Torra, su antecesor en el cargo; el eurodiputado Carles Puigdemont, al frente del referéndum de autodeterminación celebrado en 2017; y Artur Mas, propulsor del movimiento independentista en 2014.
Pegasus es un software espía propiedad de NSO Group, una compañía israelí que asegura que solo provee a Gobiernos con el objetivo de luchar contra acciones criminales o terroristas. Aunque Citizen Lab no ha atribuido las operaciones descubiertas a una entidad concreta, en su informe sostiene que «una fuerte evidencia circunstancial sugiere un nexo con las autoridades españolas».
Desde el ala socialista del Ejecutivo central niegan categóricamente tener constancia de estas prácticas y se escudan en que la ley les impide desvelar si el CNI espió los teléfonos móviles de los políticos catalanes y vascos que aparecen en el estudio. Asimismo recuerdan que las acciones del servicio secreto están supervisadas por un magistrado del Tribunal Supremo.
Sobre este caso, que ha tomado dimensiones internacionales, se ha pronunciado en el espacio La Base de Público el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias con un contundente alegato que no ha dejado a nadie indiferente.
Iglesias inicia afirmando algo categórico: «En España para intervenir el teléfono a alguien hace falta autorización judicial. pinchar el teléfono a alguien es un delito muy grave». No obstante recuerda que no es la primera vez que esto ocurre en nuestro país en alusión a la descubierta Brigada Patriótica que adquirió tecnología israelí: «Blanco y en botella».
Un equipo bajo el mando del director adjunto de la Policía Nacional, Eugenio Pino, que se encargó de realizar varios informes falsos contra Podemos o del espionaje a su persona a través del robo del teléfono móvil a Dina Bousselham cuyo contenido apareció en el ordenador del excomisario Villarejo: «Blanco y en botella».
Para Iglesias el espionaje a los independentistas «deja a nuestra democracia en una situación comprometida» por lo que el presidente del Gobierno «tiene que implementar una investigación interna y ejecutar una depuración inmediata de todos los miembros y Fuerzas de Seguridad del Estado o del CNI que eventualmente hayan participado en actividades ilegales de espionaje».
Pegasus es mucho más grave que el Watergate y es una nueva humillación a la democracia española. Solo un negacionista o un lunático podría hoy afirmar que la nuestra es una democracia plena 👇🏻 #LaBasePegasus pic.twitter.com/274uSxwC6D
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) April 20, 2022
