Por Eco Republicano.
Resulta evidente que el papel de las monarquías se ve cuestionado cada vez con más frecuencia en las sociedades de nuestro tiempo. Tras la muerte de la reina Isabel II y la consecuente ascensión al trono de Carlos III, desde las redes sociales se ha abierto el debate y se cuestiona la utilidad de este tipo de instituciones en pleno siglo XXI.
Las televisiones se han volcado con una programación especial para cubrir los acontecimientos y, lejos de cuestionar el modelo institucional monárquico, el mensaje oficialista que se dirige a la opinión pública es de la necesidad de mantener este tipo de instituciones que asocian deliberadamente con la garantía de democracia y estabilidad.
En paralelo, HBO estrenaba el documental «Salvar al Rey» en el que se hace un recorrido por varios de los episodios más controvertidos del reinado de Juan Carlos I de Borbón. Un documento audiovisual que ha recibido varias críticas, entre otras, la del exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que lo ha calificado de «operación mediática» de blanqueamiento para cargar las culpas al rey emérito y exonerar al actual rey.
Sobre toda esta estrategia manifiesta desde los medios de masas, se ha pronunciado en el Congreso el diputado de En Comu Podem por Barcelona, Gerardo Pisarello. El dirigente republicano ha cuestionado la monarquía británica y española, al tiempo, ha realizado un alegato por un sistema más democrático.
«En estos días hemos asistido a una muestra más del anacronismo y del sinsentido de la monarquía como forma hereditaria y privilegiada de jefatura del Estado. Hemos oído condolencias lógicas por el fallecimiento de Isabel II. Pero también hemos sufrido una matraca beatificadora que ha intentado ocultar el testimonio de personas del mundo entero que no lloran a la exmonarca porque vinculan su reinado a una historia de colonialismo, racismo y de privilegios que se han producido también con su visto bueno», sostiene.
«Tras los desmedidos intentos de salvar a la monarquía a cualquier precio, ahora ya comienza a recordarse en estos días que 22 países del mundo han sufrido invasión y saqueos de recursos por parte del Imperio británico y que muchos de ellos se han producido con la anuencia de Isabel II», añade.
«Estas críticas a la actuación de miembros de la familia real británica coinciden con el reciente estreno en España de una serie documental 'Salvar al Rey', que confirma las numerosas tropelías cometidas por Juan Carlos de Borbón, que van desde el enriquecimiento ilícito hasta las amantes y cacerías pagadas con el dinero de los contribuyentes», razona.
«La verdad es que a la vista de estos testimonios, esperamos que si Juan Carlos I tiene tiempo para asistir al funeral de Isabel II también lo tenga para pasarse por la justicia británica, donde como se sabe ha sido denunciado por acoso a su ex socia Corina Larsen con utilización indebida de los servicios de inteligencia», argumenta.
«Hoy las monarquías son instituciones obsoletas y anacrónicas. No por razones individuales sino estructurales. Porque más allá de la personalidad de quien las encarne, aparecen vinculadas al lujo desmesurado, a tratos fiscales intolerables y a una serie de privilegios legales que no se admitirían con ningún ciudadano», continúa.
«Por eso resulta bastante lamentable que haya gobiernos en España como el de Díaz Ayuso que decreten días de luto por el fallecimiento de una reina extranjera mientras niegan el duelo oficial, por no hablar de la investigación, de miles de muertes en residencias de personas mayores», zanja.
Basta ya de engañar a la gente con cuentos de hadas sobre la monarquía (británica y española) 👇🏾 pic.twitter.com/miA4Vrz4y3
— Gerardo Pisarello (@G_Pisarello) September 13, 2022