Eduardo Montagut
Hace unos meses en la editorial (Editatum), donde este colaborador de Eco Republicano publica habitualmente sus libros o manuales de Historia, se me hizo una propuesta que no podía desatender. Se trataba de elaborar un diario de la Guerra Civil con los acontecimientos principales que tuvieron lugar en la contienda. Pero el entusiasmo provocado por el encargo de una empresa de tanta importancia pronto se transformó en una intensa preocupación.
Los acontecimientos eran casi infinitos y había que seleccionar mucho, y siempre que se discrimina te asaltan las dudas; además creo que no he estoy muy dotado para elegir o descartar porque casi todo me parece fundamental.
La editorial pensó que los límites que
la colección (Guíaburros) donde suelo publicar eran muy estrechos y tuvo la
genial idea, y que agradezco de forma infinita, de que podían ser superados de
forma generosa. Además, al final, sus responsables decidieron que con el diario
se podía inaugurar una nueva colección. Sin lugar a dudas, a un problema
importante llegaron dos soluciones estimulantes.
Superada esta dificultad
apareció una segunda, más compleja. Tenía que ver con la imprecisión que hay
sobre determinados episodios en relación con las fechas. Consultadas otras
obras y cronologías comprobé que las fechas bailaban con relativa frecuencia, y
eso me hizo tener que afinar mucho para intentar no cometer errores. Espero
haberlo conseguido.
La tercera dificultad procede
del mismo contenido del libro. Trabajar sobre la Guerra Civil no es fácil, es
un ejercicio muy duro, lleno de episodios trágicos y hasta asfixiantes. A pesar
de intentar explicar con distancia, y sin caer en la tentación del cainismo, ni
en la de justificar nada de nada, cuando se escribe de represión, de bombardeos
a la población civil, de combates, del hambre, de las enfermedades, etc. no es
fácil permanecer sereno.
Este libro me ha costado mucho
esfuerzo y no tengo claro si al final entrego a los lectores y lectoras una
obra que pueda servir de consulta.
Este libro gustará a unos y a
otros no. Eso es inevitable cuando se escribe Historia, y más sobre la Guerra
Civil. He intentado realizar un trabajo con distancia y de forma reflexiva, con
un afán divulgativo, pero con rigor, señas de identidad de las obras que saco.
Pero usted, estimado lector, y usted, estimada lectora, tienen la última
palabra, como no podía ser de otra manera.
En fin, escribir sobre la
Guerra Civil española es un ejercicio intenso y duro, pero sumamente necesario
en este país.