El pasado 14 de abril, parecía un aniversario más, pero no lo fue, realmente la caída del rey, fue algo circunstancial y anecdótico, algo que hubiese pasado totalmente desapercibido de haber ocurrido solo cinco años antes, pero desde que comenzó la crisis, desde que se comenzaron a filtrar datos de los negocios del yernísimo, digamos que esa caída a las cinco de la mañana fue la guinda de una monumental tarta, la tarta del hartazgo de la sociedad española con la monarquía, de sus negocios, sus tapaderas y corruptelas varias. Al mismo tiempo esa caída fue una inyección de vitalidad inyectada en el movimiento republicano español, sin entrar en contradicción adoptamos el elefante como símbolo y mascota, sabiendo que nada de nada tenemos que ver con esos “republicanos” yanquis del otro lado del Atlántico, que tienen a paquidermo como símbolo.
El “annus horribilis” de la monarquía borbónica que había comenzado antes de Navidad, ha continuado extendiéndose cual mancha de aceite por las conciencias de la sociedad española, según una encuesta publicada unos días después del “elefanticidio”, un 67% de los ciudadanos españoles se declaraba favorables a un referéndum entre monarquía y república, elevándose el numero entre la población más joven.
Nadie, ningún republicano convencido está haciendo más por la llegada de la república que la propia Casa Real en su conjunto, los cuales nos están dando auténticos “minutos de gloria”, que diría Felipe de Borbón, es la propia monarquía la que está cavando su tumba, por su torpeza, su apoyo incondicional a los criminales recortes llevados a cabo por el gobierno, las declaraciones de rey y príncipe en este sentido principalmente en el extranjero, ya sea en Boston, Brasil, Chile la India , si bien esos discursos no son propios y es el gobierno quien los escribe, nadie les obliga a leerlos, por lo cual es de suponer que están de acuerdo con lo escrito en lo que leen públicamente. También de un tiempo a esta parte la Casa Real nos da “minutos de gloria” con sus sucesivos escándalos, non necesita de los republicanos para desacreditarse, ningún miembro de la familia real se ha salvado de la polémica o del escándalo de todo tipo y condición en los últimos meses, que se podrían extender, si hubiese libertad de prensa a los últimos años, no me refiero a los dos o tres últimos años, sino desde los tiempos de la dictadura. Pero bueno, ahora la información llega, tanto sobre negocios, líos de faldas, amistades peligrosas…
¿Qué hacemos mientras tanto los republicanos? ¿Damos pasos firmes hacia la convergencia de la macedonia republicana? Son muchos quienes pretenden una homogenización, quienes ven un determinado modelo de república, con unos patrones exclusivos y en muchos casos inamovibles, como ya he reiterado en muchas ocasiones, la sociedad española, los republicanos españoles somos heterogéneos, aunque todos y cada uno de nosotros tenemos nuestro propio ideal de República y quienes defendemos la necesidad de la misma solemos coincidir en líneas generales en nuestro modelo ideal de la misma, sin embargo andamos agrupados en diversas asociaciones o partidos políticos incapaces de llegar a puntos de convergencia, en eso siento envidia de la derecha española y mundial.
Tengo claro, lo escucho y lo veo que las personas menores de cuarenta años no son monárquicas aunque no necesariamente se declaran republicanas, para esa gran mayoría, al igual que para quienes tenemos más edad y somos republicanos, la monarquía es una institución incomprensible, anacrónica e inútil, que en vista de las circunstancias no da más que problemas. Adicionalmente y ante el desprestigio generalizado de la política y la extensión de la corrupción, hay una sensación, un poco vaga pero presente, de que la monarquía es la piedra de soporte de este bipartidismo caduco y amañado impuesto por la misma para la supuesta apertura “democrática” de la dictadura franquista, algo nocivo que ha permitido la degeneración de la decadente clase política española.
Hay mucha gente joven, no solo de ideas progresistas, sino incluso centristas o derechistas que se confiesan republicanos, pero les tira para atrás el simbolismo, tienen recelo a denominarse republicanos, por estar esta definición muy unida ideológica y sicológicamente a una parte muy definida de la izquierda, una parte de la izquierda que les da miedo, lo cual hay que intentar superar. Sin darnos cuentas, yo el primero, cargo mucho las tintas con mi republicanismo, tanto cargar las tintas puede ser contraproducente, si bien es cierto que para nada me conformo con un simple cambio de modelo de Estado, sino que quiero y deseo y lucho por una República inspirada en los principios de la segunda república española, con su espíritu netamente progresista y democrático, con sus ideales de justicia e igualdad, con sus símbolos propios, escudo y bandera.
Por otra parte, hay muchas personas que se autodefinen con el absurdo calificativo de “juancarlistas”, un invento que ha tenido éxito a base de mentiras y propaganda falsa, como que el rey era necesario para garantizar la democracia, o que el 23F, fue decisivo para que fracasase el golpe, falsedades que han calado en el imaginario popular y que va a ser muy difícil que desaparezcan, pero que comienzan a diluirse desde el pasado 14 de abril. Incluso un diputado del PSOE duda del papel de la monarquía y defiende la república, el cual manifiesta” "En cualquier caso, con este tipo de monarquía, con los problemas que aquejan a la familia real, con el papel que desempeña creo que no podemos estar de acuerdo y menos aún en silencio". Lo cual es un gran avance, si se tiene en cuenta que posiblemente el PSOE, es el principal obstáculo que hay que vencer para la llegada de la República por delante del PP, si el PSOE, avanzase en ese sentido tendríamos el final de la monarquía a la vuelta de la esquina, estoy soñando despierto, pero los vientos deberían, al menos, correr en esa dirección. Pero no nos engañemos el PSOE es un partido muy difícil de cambiar, en mi opinión es donde está la mayor dificultad para la llegada de la tercera república, pero tengo claro que son muchos, cada vez más los militantes del PSOE, que sueñan con ella o que tienen claro que es irracional defender la monarquía como forma de Estado y seguir llamándose socialista, siendo esos militantes o simpatizantes del PSOE clave para la consecución de la república.
Hay que explicar a los españoles que la república no es algo exclusivo de las izquierdas, aunque la monarquía si lo es de las derechas, pues no hay nada tan absurdo y ridículo que alguien que se considere de izquierdas que defienda la monarquía. Que por ejemplo en Francia ha habido un presidente de derechas como Sarkozy o en Alemania un canciller ultra liberal y son republicas una unitaria y otra federal y que no pasa nada, que en España sería igual. La república es la forma más democrática de gobierno, que el jefe de la Republica se elige cada equis años, normalmente cuatro, que si no lo hace bien se le da la patada, pero a un rey sea tonto o listo, buena persona o un hijo de su madre, es hasta que muera o se le dé la patada, hay que contar la historia de los borbones, que ninguno se salva de la quema, ninguno ha sido decente u ejemplar, empezando por el primero Felipe V y continuando por el resto .
Que hay que buscar la república como una forma de modernizar España, una forma de Estado más democrática y representativa, dejando de lado algo tan opaco y anacrónico como es la existencia de una Casa Real.
Las circunstancias para una tercera república se están dando, lo difícil es que sepamos actuar con la inteligencia necesaria para poder conseguirla, atrayendo a los republicanos “juancarlistas” del PSOE y no asustando a los “no monárquicos” del centro o la derecha y sobre todo siendo capaces de articular una convergencia unitaria de los distintos grupos que conforman la macedonia republicana, no vaya a ser que del mismo modo que los miembros de la casa Real se han hecho merecedores del titulo de "republicanos del año", a nosotros nos declaren "monárquicos del año", por nuestra incapacidad manifiesta para aunar esfuerzos, somos al mismo tiempo el pie que avanza y el que pone la zancadilla a nuestro caminar.
La monarquía se nos antoja, de hecho lo es, una institución cada vez más oscurantista y somos conscientes, si es que nos preocupamos en buscar la información, de que su coste, gasto, amistades, etc. No está nada claro y nadie pone remedio para que esto se aclare de una vez porque a nadie de quienes chupan de la teta de la vaca le interesa. Sin embargo la monarquía es autodestructiva, ha pasado con todos los borbones, solo que antes nadie o casi nadie se enteraba o no se cuestionaba, pero ahora sí. Resulta absurda la teoría tan pregonada de que nuestro país no tendría una democracia estable sin la monarquía, cuando prácticamente todas las monarquías son árabes a excepción de cinco europeas y todos los países democráticos de nuestro entorno son repúblicas los argumentos de la necesidad de la monarquía son auténticos insultos a la inteligencia de los españoles.
Tengo claro que España mañana será república y federal, pero tengo claro que no va a ser tarea fácil, sino todo lo contrario, y que desgraciadamente, como siempre sucede en este país, va a ser más por torpeza de los contrarios que por los aciertos propios.
Paco Arenas
Publicado también en la Web del autor: República de Pinarejo-Cuenca