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Los radicales entre la Monarquía y la República en el Sexenio Democrático

Los radicales entre la Monarquía y la República en el Sexenio Democrático

El Partido Radical nació en 1869 después del asesinato de Prim, en los inicios del reinado de Amadeo de Saboya. Unió a los progresistas, a los radicales del fallecido general y político catalán, y a los demócratas, entre los que destacaron Nicolás María Rivero, Cristino Martos y Becerra. Estos últimos eran conocidos como los “cimbrios”, y constituían la minoría de los demócratas que no se había decantado claramente por el republicanismo, siendo más partidarios del accidentalismo político, ya que lo que primaba para ellos era el reconocimiento del sufragio universal y de los derechos, por lo que no tuvieron inconveniente en aceptar la Monarquía establecida en la Constitución de 1869, frente a la mayoría de los demócratas abiertamente republicana. El líder del nuevo partido era Manuel Ruiz Zorrilla.

El Partido Radical adolecía de uno de los problemas más comunes entre las formaciones políticas decimonónicas y, especialmente del Sexenio Democrático. Nos referimos a la división interna en bandos o facciones en torno a las principales personalidades políticas que lo componían, y no tanto por diferencias ideológicas o programáticas. Así pues, estaban los progresistas de Ruiz Zorrilla, los partidarios de Martos, los de Rivero y los economistas de Antonio Gabriel Rodríguez. Aún así, tenían en común la defensa de los principios de la Constitución de 1869, en un sentido plenamente democrático, frente a los más moderados o conservadores unidos en torno a Sagasta en el Partido Constitucional, los dos partidos fundamentales del reinado de Amadeo de Saboya. El enfrentamiento entre estas dos formaciones sería la causa fundamental de la inestabilidad del nuevo régimen, aún más que por la presión de los enemigos del mismo, a derecha e izquierda.

En 1872, los radicales formaron gobierno y obtuvieron una gran mayoría parlamentaria en las elecciones de agosto de ese mismo año. Eso les permitió intentar poner en marcha su programa progresista en materias como la separación entre la Iglesia y el Estado, y la extensión de la instrucción pública. Aún así, necesitaron el apoyo de los republicanos.

Los radicales aceptaron y apoyaron el establecimiento de la Primera República cuando abdicó el rey Amadeo I, aunque Ruiz Zorrilla optó por alejarse de la política. La formación pasó a llamarse Partido Republicano Democrático. En el gobierno de Estanislao Figueras entraron cinco ministros radicales, aunque en el segundo gobierno ya solamente hubo republicanos. Cuando se convocaron elecciones para mayo de 1873, los radicales, temerosos de que triunfasen los republicanos federales, intentaron hacerse con el poder en el mes de abril. Este hecho no solamente les apartó del poder sino que les hizo alejarse de la República. Fueron llamados para participar en el gobierno después del golpe de Pavía. Cristino Martos fue ministro entre enero y mayo de 1874. Pero los radicales casi habían desaparecido como partido.

Eduardo Montagut

En twitter: @Montagut5

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