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Pueden pero no quieren. Asusta la Unidad Popular

En realidad, con todo esto que está pasando nos estamos jugando la supervivencia de la izquierda. 

La propuesta de A. Garzón es poco clara, IU Federal apoya la Unidad Popular pero no acaba de escapar a su debacle ideológica, ni a su claudicación de tantos años ante el régimen; han caído los perestroikos reciclados de Madrid tan queridos del PP y de la FSM, pero la purga no está siendo completa. 

La propuesta de alianza con Podemos se hace sin firmeza, dejando que sea Podemos quien marque linea, salvo unas protestas poco convincentes del propio Garzón; en realidad a Podemos, es decir, a su núcleo mesiánico no les interesa converger con nadie, están ya en otra cosa. 

La República y el fin de la Impunidad del franquismo no afloran. En el documento federal de IU sobre unidad popular la palabra República no sale, y en la mascarada de la JER no se propone nada que no sea maniatar y tapar la boca a los tontos útiles que todavía les apoyan. 






El rollo ese de la «casa común» de la izquierda ya nos le conocemos. Aquí la clave es que la tan traída y llevada unidad popular sea la conjunción de fuerzas por la RUPTURA con el tinglado, y no una rendición sin condiciones o agónica al discurso podemita. Esto apesta a intento de pasarse a la nueva casa común, cuando en realidad el sentir por abajo de la militancia es es dar la batalla por una verdadera unidad popular, por la ruptura, la república y crear, en la práctica, un nuevo Frente Popular. 

Los comunistas y los republicanos deben organizarse y coordinarse. Se ha sobrepasado a las direcciones en todo este proceso, ahora toca marcar la linea e impedir maniobras que buscan la liquidación de toda la izquierda que lucha.

Pedro Alberto García Bilbao
Al Servicio de la República (ASR)


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