Los chicos de la Gestora que han montado en el PSOE se están dando cuenta de que los toros se veían mejor desde la barrera. Después de haberse cargado a Pedro Sánchez se están dando cuenta de que tenía razón. Muchos de los que urdieron y apoyaron el motín, desearían poder volver las cosas al estado en que se encontraban antes de que la mayoría de ese Comité descabezado votará preso de la fidelidad a Felipe.
De momento Felipe ni está ni se le espera, vamos que se ha hecho un Armada/81. Los que si están y además muy preocupados son los integrantes del grupo socialista en el Congreso, que ven como unas terceras elecciones arrebatarían su escaño a muchos de ellos, tan angustiados están que hasta serían capaces de abstenerse contraviniendo las órdenes de Ferraz, esa disciplina de voto que nunca he entendido ni entenderé.
Por otro lado tenemos a los barones con mando en plaza, todos muy preocupados por si una abstención del PSOE les supone la pérdida de los apoyos de los chicos de Pablo Iglesias y Cia., de esos apoyos que les auparon a gobiernos autonómicos y municipales.
Junto a todos lo anteriores tenemos a esa omnipresente vieja guardia del partido, todos muy cabreados ellos y amenazando con romper el carnet de militante si no se llega a un acuerdo con el Partido Popular. Se comenta en todas partes que el PSOE está roto, y es verdad, entre otras cosas lo empezó a estar desde el mismo momento en que los Corcuera, Leguina y compañía comenzaron a sentarse en las tertulias de la cadena de televisión episcopal (13tV) para despellejar a Sánchez y loar a Felipe. Tanta ha sido y es su traición al partido que sus declaraciones y críticas, todas destructivas y sin un ápice de perspectiva real, provocaban el aplauso de lo más rancio del panorama mediático; Antonio Jiménez, Graciano Palomo, Carlos Cuesta, Alfonso Rojo, Antonio Martin Beaumont, Bieito Rubido, Antonio Pérez Henares, Jaime Gonzalez, Antonio Naranjo..., y una amplia relación de periodistas afines al Partido Popular, asistían y asisten regocijados al espectáculo que los "históricos" del PSOE ofrecen cada vez que les ponen cerca un micrófono. Solo José Antonio Rodriguez Salas, socialista y alcalde Jun (Granada) desde 2005, le paró los pies a Corcuera y a sus descalificaciones contra los actuales dirigentes del PSOE, y lo hizo recordándole sus "hazañas" cuando estaba al frente del Ministerio del Interior, entre otras disponer de los fondos reservados para regalar joyas a sus más directos colaboradores. A las pocas semanas, quizás solo una, Rodriguez Salas dejó de aparecer por los platós de 13tV...
Como ingrediente externo a este desastre tenemos a la militancia y a los votantes, según dicen, y yo me lo creo, mayoritariamente partidarios de NO colaborar, ni por activa ni por pasiva, en todo aquello que signifique un nuevo gobierno del Partido Popular. Partidarios de la vía que, entre otros muchos, Miquel Iceta y Josep Borrel defienden, la de un gobierno alternativo junto a Podemos y Cia. con el apoyo equilibrado, y sobre todo generoso, de los partidos nacionalistas. Un gobierno alternativo que entierre de una vez por todas al PP de la corrupción y a todos sus líderes, Rajoy incluido, y que además sirva para limpiar el PSOE de todos esos personajes que ellos mismo eufemistícamente califican de "críticos".
Finalmente, deberían estar en primer lugar pero el PSOE los ha relegado a algo negociable, están los principios que dieron lugar a la creación del partido. Ateniéndonos a esos principios la negativa al Partido Popular es incuestionable. Dice García Page, el falso equidistante, que si el PP intenta forzar unas terceras elecciones el PSOE les hará frente con una candidatura "muy potente", cosas de Page. Yo lo que digo es que la mejor "candidatura", la única, que puede presentar el PSOE para vencer a Rajoy sería la de Pablo Iglesias Posse, teniendo en cuenta que esto es imposible al menos deberían hacer suyos, (de una puñetera vez), los principios, la ética y la energía de D. Pablo.
Benito Sacaluga
Fuente: Bailando con ratas