El gran guateque acabó, tarde y mal. Ahora, tras la resaca de los insultos y las indefiniciones llega la hora de ver los resultados. Después de oír a los protagonistas del cónclave da la sensación de que las cosas, lejos de mejorar, han empeorado. Si nos atenemos al relato de los soporíferos tertulianos de cada día, a los analistas de nuevo y torcido cuño y a lo que los medios de comunicación nos cuentan, llegaremos a la conclusión de que nadie se ha enterado de nada. Inútil motín el de Ferraz para no conseguir más que dejar sin capitán al barco y, lo que es peor, sin rumbo. Un barco varado en plena regata hacia el poder que, con la mitad de la tripulación en la sentina, impotente, contempla como sus rivales marchan directos al triunfo.
Resulta hasta insultante escuchar, a estas alturas, que el PSOE necesita un proyecto, así lo afirman los amotinados. Eso si, un proyecto de nuevo cuño. A nadie en el PSOE, creo yo, se le ha ocurrido, retomar el camino que se inició en 1879, en definitiva poner al día todo lo que en el Acta Fundacional del Partido le daba razón de ser. A fuerza de ser respetuosos con la realidad bien podemos afirmar que el PSOE desapareció como tal en 1974, en octubre de ese año se sentaron las bases de una pretendida renovación. Un Congreso, el de 1974 en Suresnes, en el que, no obstante, se adoptaron importantes medidas en relación con aquello que hoy es tabú para los dirigentes del partido, medidas relativas a la estructura territorial del Estado y a la forma del mismo.
En su Resolución Política, punto 11, se exige con caracter inexcusable lo siguiente:
Reconocimiento del derecho de autodeterminación de todas las nacionalidades ibéricas.
Además, en una Segunda Resolución dicho reconocimiento queda acentuado:
1) La definitiva solución del problema de las nacionalidades que integran el Estado español parte indefectiblemente del pleno reconocimiento del derecho de autodeterminación de las mismas que comporta la facultad de que cada nacionalidad pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de los pueblos que integran el Estado español.
Tres años más tarde, en 1977, con el dictador muerto y el país en proceso de democratización, es necesario despejar el camino hacía el poder, lo demás ya no importa, y el PSOE recoge velas y modifica de raíz su posición de 1974 con respecto a las nacionalidades., al igual que lo hizo sobre su pretendida voluntad republicana expresada así en 1974:
3) El PSOE se pronuncia por la constitución de una República Federal de las nacionalidades que integran el Estado español por considerar que esta estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español.
Ahora ya sabemos que en el PSOE de Derecho de Autodeterminación nada y de República menos, aunque en lo que a mi respecta, y quizás engañado por las ganas que tengo de que suceda, veía a Pedro Sánchez con ciertos deseos de abrir el melón de la autodeterminación y el debate sobre una República Federal. Puede ser que por ello se lo hayan cargado, toda una paradoja, por ser consecuente con unos valores que el PSOE defendió como imprescindibles y a los que renunció en 1977 para poder llegar al poder.
Ardo en deseos de conocer el "nuevo proyecto" del PSOE, ese que les va a devolver los seis millones de votos que la clase trabajadora les ha negado desde 2011, de ilusión también se vive. El nuevo "manual operativo" tardará en conocerse, lo que si sabremos antes es la postura que el PSOE adoptará ante la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno, conocida ésta ya nos podremos hacer una idea de por donde van a ir esas costuras, esas puntadas que la baronesa andaluza estima como necesarias.
Esperemos que cuando Susana Díaz habla de "coser" esté haciendo alusión a unir, no vaya a ser que, según leí ayer en la cuenta de Twitter de Beatriz Talegón, se esté refiriendo, también metafóricamente, a otras acepciones que el verbo coser tiene según la RAE, como, por ejemplo, "coser a puñaladas" o "coser a balazos", de momento en lo de Pedro Sánchez y el Motín de Ferraz, alguna puñalada que otra si que ha habido.
Benito Sacaluga
Fuente: Bailando con ratas