Víctor Arrogante | Eco Republicano
Hay días en la historia que han sido más protagonistas que otros; en los que han ocurrido mayor número de acontecimientos dignos de recordar. Es cuestión de prestarles atención y encontraremos coincidencias y actos que pueden relacionarse, marcando hitos para la humanidad y la mayoría de los países. Estamos en la semana del 30 de julio al 5 de agosto y estos que cuento sus acontecimientos:
Un 30 de julio de 1976, el rey Juan Carlos, siendo presidente del gobierno Adolfo Suárez, decreta una amnistía política que afecta a 500 personas encarceladas en España por su ideología. «Al dirigirse España a una plena normalidad democrática, ha llegado el momento de ultimar este proceso con el olvido de cualquier legado discriminatorio del pasado en la plena convivencia fraterna de los españoles», se leía en el preámbulo. El objeto del decreto (publicado en el BOE del 4 de agosto), era amnistiar «de todas las responsabilidades derivadas de acontecimientos de intencionalidad política o de opinión ocurridos hasta el presente, sin otros límites que los impuestos por la protección penal».
Se concedía amnistía por todos los delitos y faltas de intencionalidad política y de opinión comprendidos en el Código Penal o en las leyes penales especiales, que no se mencionaban. También se concedía amnistía por los delitos de rebelión y sedición tipificados en el Código de Justicia Militar al uso, como a los prófugos y desertores del ejército. Como era lógico, quedaban amnistiados todos los delitos cometidos por el régimen durante los cuarenta años de dictadura, que vino a rematar la Ley de Amnistía de 1977; una excusa que dura cuarenta años. También quedaron amnistiados los carceleros y policías torturadores que tanto odio inocularon a tantas personas presas y detenidas, como es el caso de Billy El Niño, incluso con concesión de medallas.
Previamente, Juan Carlos de Borbón, firmó un indulto general, con motivo de la apertura de su reinado, que sirvió de acicate a la reclamación de amnistía que dio origen a una permanente movilización durante el primer semestre de 1976: colegios de médicos y de abogados, rectores de universidad, jueces y fiscales, ayuntamientos, asociaciones de vecinos, incluso la conferencia episcopal; no hubo ningún partido, ningún sindicato, que no reivindicara en sus programas y en sus convocatorias la amnistía total como primer requisito para avanzar hacia la democracia. «El clamor por la amnistía lo llenaba todo y se convertía en una demanda permanente: unidad, amnistía y estatuto de autonomía, fueron consignas repetidas una y mil veces en las decenas de manifestaciones, hasta la dimisión/destitución de Arias Navarro como presidente del gobierno» (Santos Juliá, Las dos amnistías de la transición. España Siglo XXI).
Fue un 5 de agosto de 1939 en Madrid, cuando la dictadura franquista fusiló a 63 miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas. También fueron ejecutadas las Trece Rosas Rojas. Trece mujeres de entre 18 y 29 años fusiladas contra la tapia del cementerio de la Almudena en la madrugada del 5 de agosto de 1939. Antes de ser condenadas a muerte por un Consejo de Guerra bajo la acusación de un delito de «adhesión a la rebelión», las trece jóvenes habían sido conducidas a instalaciones policiales, donde se les torturó para obtener información sobre otros miembros de la organización clandestina, y más tarde, recluidas en el centro penitenciario de mujeres de Ventas, donde aguardaron hacinadas durante meses un desenlace que se intuía dramático: Carmen Barrero, Martina Barros, Blanca Brissac, Pilar Bueno, Julia Conesa, Adelina García, Elena Gil, Virtudes González, Ana López, Joaquina López, Dionisia Manzanero, Victoria Muñoz y Luisa Rodríguez de la Fuente, en el recuerdo.
Otros acontecimientos históricos ocurridos un 5 de Agosto, tienen relación entre España y los Estados Unidos de América. En 1858 se tiende el primer cable trasatlántico submarino, a través del cual se transmitió, dos días después, el primer telegrama entre el Viejo y el Nuevo Mundo. En 1914, España y EEUU se declaran neutrales en la I Guerra Mundial. Como los Borbones eran franquistas, llegó a España Juan de Borbón, príncipe de Asturias, bajo el nombre falso de Juan López, para combatir al lado de las tropas sublevadas contra la República. Fue descubierto por el general Mola, que le ordenó volver por donde había venido.
En 1968, Franco declaró el estado de excepción en Guipúzcoa. La declaración de «estado de excepción» consiste en la supresión temporal de una serie de garantías constitucionales, garantías que, por otra parte, nunca habían sido respetadas por el régimen franquista. En realidad, supuso la legalización de una serie de prácticas policiales habituales, como violación de domicilio y correspondencia o retención de detenidos por encima del plazo legal de 72 horas, a fin de que durante el periodo de excepcionalidad puedan ser ejercidas de modo masivo que en situaciones de normalidad. En otras palabras, se trataba de dejar las manos completamente libres a los cuerpos represivos, liberándoles de las escasas limitaciones que en su actuación normal.
El coste fue alto: provocó una impresionante reacción obrera y popular en el País Vasco, que, junto con las manifestaciones de solidaridad surgidas en el resto del Estado español, y, sobre todo, con la formidable movilización internacional, llevó a una de las situaciones más críticas por las que atravesó el régimen de Franco. Los resultados del estado de excepción no fueron los pretendidos por la dictadura. Lejos de acabar con la lucha obrera, se recrudeció y la crisis generalizada fue buena parte consecuencia de su torpe e inevitable política represiva. «La violencia desencadenada por el Régimen terminó por volverse contra sus propios autores». (El último estado de excepción)
El día 2 de agosto, también ha sido pródigo en acontecimientos. En 1931, el pueblo de Catalunya aprobó en referéndum el Estatuto de Autonomía ¡Qué tiempos! Pero venían tiempos de plomo y sangre. En 1968, ETA se cobraba su primera víctima; Melitón Manzanas, jefe de la Brigada de Investigación Social de la comisaría de San Sebastián. Inactiva desde el anuncio del cese definitivo de su actividad armada en octubre de 2011 y desarmada desde abril de 2017, ETA anunció su disolución el 3 de mayo de 2018. En 1975 la banda terrorista GRAPO perpetraba su primer asesinato oficial: Casimiro Sánchez García, miembro de la Guardia Civil. En un principio, se especuló con la posibilidad de que la formación pudiera haber estado «manipulada» por la extrema derecha o por elementos parapoliciales. Las acciones del grupo se saldaron con un total de más de ochenta víctimas asesinadas. En 1997, el Gobierno de José María Aznar aseguraba que el proceso de disolución de los GRAPO estaba casi cerrado. (El País 15 de febrero de 1997). El Grapo mató por última vez hace diez años, pero ni ha declarado su renuncia a la violencia ni se ha disuelto.
También esta semana de hoy ha tenido que ver con acontecimientos históricos de primera en España. Un 1 de agosto de 1492, los Reyes Católicos ordenan la expulsión de los judíos. Un 3 de agosto de 1492, Cristóbal Colón salía del puerto de Palos de la Frontera, para abrir una nueva ruta hacia las Indias (se confundió). El 4 de agosto de 1484: el rey Fernando el Católico recrimina al Consejo de Ciento de Barcelona su oposición a los juicios de la Inquisición. Y en 1704, en Gibraltar, tras dos días de asedio anglo-neerlandés, capitula la plaza en nombre de Inglaterra. El posterior Tratado de Utrecht puso fin a las hostilidades, y el reconocimiento del pretendiente Felipe como rey de España por parte de Inglaterra a cambio de la cesión de los territorios de Gibraltar y Menorca. En 1937, el Gobierno de Burgos, capital de la zona sublevada, establece por decreto los Estatutos de Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, que gobernó como partido único hasta la muerte del dictador.
Acontecimientos ocurridos en Alemania también son dignos de triste recuerdo en esta semana. El 31 de julio de 1941, en la Alemania nazi, Reinhard Heydrich, el segundo al mando de las SS, finaliza la redacción del documento T/179, Nº 461, detallando la Solución Final al Problema Judío. El 3 de agosto de 1941, en Münster, el obispo Clemens August von Galen denuncia desde el púlpito, las prácticas de eutanasia ejecutadas por los nazis contra los enfermos mentales alemanes.
El 3 de agosto de 1963, en Liverpool, The Beatles actúan por última vez en el bar The Cavern. La historia continúa.
Víctor Arrogante
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