Covid-19 · Actualidad · Internacional · República · Opinión · América Latina · Ciencia · Cultura · Derechos Humanos · Feminismo · Entrevistas


Ante el 79 Desfile de la Victoria, por Floren Dimas

Franco
Floren Dimas | Oficial del Ejército del Aire

12 de Octubre de 2018

Las naciones democráticas de nuestro entorno acompañan la celebración civil de la Fiesta Nacional con un desfile militar, con el que señalan el compromiso de sus Fuerzas Armadas con el pueblo, basado en un pasado ligado a la defensa de los valores democráticos contra el totalitarismo. Quizás las únicas excepciones sean Alemania e Italia, países en los que tras la II Guerra Mundial, sus ejército han hecho pública y solemne condena de haber servido a regímenes infames y realizado múltiples actos y gestos de reconocimiento hacia los resistentes –civiles y militares- contra Hitler y Mussolini.

Finalizada la guerra civil española, desde el primer Desfile de la Victoria de 1939 y hasta la extinción del dictador, la parada militar ha sido una exhibición de dominio sobre la población y particularmente sobre sus opositores, constituyéndose las Fuerzas Armadas como su más firme apoyo y su coartada más contundente.

Muerto Franco y elevado a Rey la persona por él designada, no ha habido a lo largo de los setenta y nueve años transcurridos un solo momento en que las Fuerzas Armadas, cuyo jefe es –precisamente- el Rey, hayan abjurado pública y solemnemente de su pasado golpista y franquista, reconociéndose como referente democrático inmediato de las únicas Fuerzas Armadas que sirvieron leal y valientemente a los valores constitucionales, legales y legítimas, de la II República.

En Francia, en Alemania y demás países dominados por regímenes nazifascistas, en el desfile de la Fiesta Nacional, en las tribunas que los presiden se reservan asientos preferentes para los veteranos que lucharon por la libertad. Los guerrilleros españoles en Francia, han lucido sus condecoraciones ante tropas que les honran al paso de sus banderas, mientras en España son los herederos ideológicos e incluso biológicos de los golpistas, quiénes presumen de su impunidad bajo el mando y la protección de un Capitán General designado hereditariamente por el propio Dictador, ignorando la gesta de los militares del Ejército Popular Republicano que luchó denodadamente contra el fascismo.

Así, el Desfile del 12 de Octubre sigue siendo el Desfile de la Victoria.

Floren Dimas

Oficial del Ejército del Aire (RTD) - Miembro de Anemoi (Colectivo de militares demócratas españoles) Miembro de la junta directiva de ACMYR (Asociación Civil Milicia y República) - Delegado de AGE en la Región de Murcia

Publicar un comentario