Intervención del portavoz de Al Servicio de la República, Pedro A. García Bilbao
Es de justicia comenzar señalando la oportunidad de este Encuentro y el trabajo y esfuerzo de cuantos lo han hecho posible. También ha de señalarse la responsabilidad de todos cuantos han acudido a la llamada por encima de cualesquiera diferencias que hayamos podido tener entre nosotros en el pasado. Es tal la gravedad del momento que se hace preciso un diálogo sincero y tratar de establecer la coordinación de todos los esfuerzos por cambiar las cosas.
Estamos ante la crisis de un régimen y un modelo y ante esto necesitamos por fuerza dar respuesta lo más unitaria y firme posible. En esta lucha la cuestión republicana es central. La lógica de un discurso me debería llevar a señalar los retos y desafíos del momento, los antecedentes y las causas, la historia de estos encuentros y la caracterización de las fuerzas en conflicto, pero sencillamente no tenemos tiempo para eso, al menos con este formato de reunión que es, posiblemente, el único que ha sido posible.
Se impone la claridad. Decir clara y sencillamente qué es lo que consideramos básico y hacer una propuesta concreta. Ese creo que es el reto de todos cuantos estamos hoy aquí.
Somos conscientes de que hay diferencias. Es evidente. Siendo este un encuentro plural, se da la circunstancia de que muchos de vosotros pertenecéis a organizaciones políticas con representación parlamentaria, algunas son incluso convocantes o participantes activas. Y no precisamente con pequeña presencia parlamentaria. En buena ley podría decirse que de tomarnos en serio las afirmaciones republicanas de algunos, podría decirse que este Encuentro señalaría un excelente momento de la lucha por la república, pues nunca desde 1978 ha habido tantos diputados y cargos públicos que se declaran republicanos y críticos con el régimen. Pero ocurre que no es cuestión de juzgar los valores de nadie, sino de considerar las conductas de los grupos políticos organizados. Y si observamos esas conductas tenemos un dos hechos bastante obvios:
En primer lugar que el proceso político oficial abierto para dar respuesta a los retos políticos y electorales inmediatos no han incluido nada parecido a este encuentro.
En segundo lugar: las presencias hoy aquí.
¿Están aquí presentes los portavoces parlamentarios, los dirigentes a nivel nacional o sencillamente portavoces autorizados que expliquen las políticas y los planes republicanos en curso? Me temo que no es así y esto vemos básico decirlo en alto. No se observa el grado de compromiso preciso como para haberse dignado venir hoy oficialmente, tampoco el afán republicano de algunos ha llegado al punto de tenerlo presente en la política de alianzas, en los programas o en las estrategias parlamentarias del día a día.
Toda la fuerza parlamentaria aquí disponible, si nos basamos en las fuerzas representadas en la reunión, no se encuentra al servicio de esta causa compartida, sino de la lógica y los planes internos de sus propios partidos —muy ltimo— , sin que exista una alianza entre ellos y abierta a mas grupos que sea netamente republicana y que haya asumido ese objetivo, desarrollado un programa conjunto y una hoja de ruta. Peor todavía: se ha excluido deliberadamente al republicanismo político de todos esos procesos previos a este Encuentro. Entran en la categoría de lo ridículo, las pretensiones de algunos de considerar que el movimiento republicano no es político sino social, afirmar esto es no entender nada. No hay uno sin otro. El republicanismo exige derribar la monarquía y construir un estado nuevo, pero en el caso español lo que exige es reconstruir la República y eso es algo a lo que sólo se puede llegar venciendo en la batalla social, la política, la ideológica y en la del discurso, frentes estos hoy muy mal asumidos por quienes dicen representarnos.
Por todo ello:
Consideramos imprescindible llevar la voz de la República a las Cortes, a los ayuntamientos y, desde luego a Estrasburgo. En las calles ya está. Ahora se necesite que atruene en el interior de las instituciones democráticas.
Es imprescindible que en las próximas elecciones haya candidaturas explícitamente republicanas, que vertebren el movimiento republicano y ayuden a que su lucha avance.
Quienes consideren que la República no es prioritaria, no nos representan.
Quienes consideren que luchas sociales y lucha republicana son cosas distintas no nos representan.
Quienes consideren que no se pueden ganar elecciones con apelaciones a la república porque es de “perdedores” según ellos y asumen los prejuicios franquistas sobre lo que significó o no la II República, no solo no nos representan sino que nos tendrán enfrente.
Muchos de nosotros consideramos que es preciso aunar fuerzas en las elecciones europeas para convertirlas en un verdadero referéndum republicano, lograr representación tricolor sería un verdadero éxito para todos. Algo que exige necesariamente que la candidatura sea explicita e inequívocamente republicana. Una candidatura tal, a nuestro modo de ver, precisa articularse sobre unos puntos básicos, pocos pero muy claros.
Hay una cuestión previa de la máxima importancia y que debiera ser recogida por cuantos se llamen demócratas, republicanos o de izquierda: —Un compromiso firme en denunciar la existencia de presos políticos catalanes y de hacer cuanto sea posible por su libertad.
Defendemos la presentación de una Lista Republicana a las Europeas de 2019 sobre estas bases:
1º Denuncia del régimen de 1978. Votar a esta candidatura debe ser entendido como un rechazo democrático explícito a un régimen basado en la impunidad del franquismo.
2º Carácter republicano explícito.
3º Una candidatura entendida como una pieza clave para ayudar a resolver democráticamente la cuestión del modelo de estado en España.
4º Un programa de emergencia de carácter social, político y económico.
En el marco de este Encuentro exponemos con claridad este objetivo que entendemos fundamental en la hora presente. Apoyaremos las iniciativas que en tal línea se planteen. Somos conscientes de que este objetivo no estaba formulado en el guión del Encuentro. Apoyaremos las iniciativas que sobre propuestas de programa, actividades y acciones de sensibilización republicana como lo es la de las llamadas Consultas ciudadanas, pero además de eso, planteamos abiertamente la necesidad de una Lista Republicana explícita y de amplia base para las Europeas y proponemos abrir diálogo con todos aquellos que igualmente así lo consideren. Respecto de la cuestión de que ocurre con las Autonómicas o las Municipales, la cuestión es sencilla: ASR va a apoyar a ALTERNATIVA REPUBLICANA en las Elecciones Andaluzas, y a toda lista republicana explicita que se presente en unas autonómicas o municipales, si las situaciones locales aconsejan alianzas más flexibles no vemos ningún problema mientras no se excluya o se pretenda invisibilizar a los candidatos republicanos en listas plurales. El esfuerzo ha de hacerse en las Europeas.
No se trata por tanto de forzar nada hoy, de votar aquí nada sobre esto o de pretender sobrepasar los límites del Encuentro. No es eso. Se trata de algo más sencillo. Vamos a ir adelante. Y tendemos la mano a cuantos deseen emprender este camino. Todos son necesarios. Quienes consideren que ya tienen referentes válidos en las instituciones y que todo va bien a ese respecto están en su derecho. Nosotros no lo vemos así. Es hora ya de pasar a la acción.
Pedro A. García Bilbao
email: dedona@mac.com