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La tercera experiencia republicana: respuesta a un diputado de Podemos

La tercera experiencia republicana: respuesta a un diputado de Podemos
Dejémonos de eufemismos, si algún día se proclama la República como forma de Estado en nuestro país vendría a ser la tercera experiencia republicana de nuestra historia. Lejos de ser un caso aislado, afortunadamente, nuestra sociedad ya cuenta con dos experiencias políticas y sociales que marcaron un antes y un después en el devenir del Estado.

Cuando en los últimos tiempos venimos oyendo hablar al Diputado de Podemos, Juanma del Olmo, de 'una república no machista', nos preguntamos si es que acaso, la II República Española lo fue. No hay más que leer un libro de historia para darse cuenta que, concretamente, en la segunda experiencia republicana se alcanzaron cotas de igualdad para ambos sexos que resultaban casi utópicas para la sociedad de aquel momento y que quedaron plasmadas en la Constitución de 1931.

No podría definirse de machista una República, que reconoció a las mujeres españolas como ciudadanas de pleno derecho. Ciudadanas de la sociedad civil con derecho a voto, con derecho al divorcio, con derecho a situarse en la esfera pública mediante la política o en diferentes cargos en las instituciones. Fue el momento en el que la mujer española mejoró su situación laboral y empezó a ser reconocida como trabajadora dentro y fuera del hogar.

Así mismo, cuando escuchamos al Diputado de Podemos, reivindicar una 'nueva república moderna y democrática', deberíamos reconocer que la segunda experiencia republicana supuso el mayor avance democrático y regenerador de la historia española del Siglo XX. Ya que supuso la modernización de un Estado anclado en las tradiciones ancestrales que marcaban el poder del clero, la oligarquía económica, la corona y el ejército. Se estableció entonces un Estado laico, con separación de poderes; un Estado donde todos ciudadanos y ciudadanas figurábamos como iguales ante la judicatura y un Estado que regeneró su ejército en beneficio de la tropa, con nuevos y mejores recursos, reciclando a gran parte de los oficiales. Un Estado cívico e igualitario que, en definitiva, consiguió la dignificación de los maestros sacando a la mayoría de la población de su analfabetismo e incultura, fomentada por siglos desde clases dominantes.

La Tercera República está por construir, no vendrá impuesta, vendrá definida por la voluntad de un pueblo que quiere elegirlo todo a través de procesos constituyentes, que incluirá -entre otras muchas cosas- que tipo de República, así como su simbología.

Esa 'nueva república' de la que habla del Olmo, no puede estar desvinculada de su propia historia, no se está prometiendo ni deseando nada que no se haya hecho antes. Es un error supino no arrancar desde el camino ya trazado para seguir avanzando. Un gran logro del fascismo tradicional ha sido hacernos creer que cada luchador o luchadora está solo, que no tiene referentes. La República que queremos si los tiene y se nutre de sus propias experiencias anteriores, ya tenemos identidad: la republicana.

Eco Republicano



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