La presión en la calle y las amplias protestas de gran parte de la sociedad francesa ha llevado al traste la iniciativa del Gobierno de Emmanuel Macron de aumentar los precios del combustible.
El movimiento espontáneo de los llamados Gilets Jaunes (chalecos amarillos) iniciado en las redes sociales en el mes de noviembre, ha demostrado tener un poder de convocatoria que ha desbordado todas las medidas de seguridad y represión, que desde el primer momento el Gobierno francés había ejercido contra ellos.
El gobierno neoliberal de Macron trató de desacreditar la protesta desde un primer momento, más la respuesta del pueblo francés ha sido una continuada lucha mediante mítines, bloqueos, boicots y manifestaciones que se han saldado con decenas de heridos, detenidos e incluso la muerte de una persona.
La respuesta política ante tal abrumador despliegue en las calles ha desembocado en una rectificación por parte del Gobierno, que tomará forma este martes a través de un anuncio del primer ministro, Éduard Philippe, quien suspenderá la subida de precios del combustible, principal reivindicación de los "chalecos amarillos".
A pesar de la repercusión que a nivel mundial ha tenido este movimiento de protesta, en España hemos sufrido un silencio mediático generalizado que indica un claro intento por parte de las instituciones gubernamentales de obviar lo que significa luchar por una causa social y económica hasta conseguirla. El pueblo unido jamás será vencido. A ver si aprendemos.
Equipo de redacción de Eco Republicano
