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Segovia camina hacia la III República

Segovia camina hacia la III República
Carlos Pastor González

El pasado sábado 5 de octubre, tuvo lugar en la ciudad de Segovia, una consulta sobre Monarquía–República. La primera celebrada en una capital de provincia de la región castellanoleonesa. La convocatoria fue organizada por el Comité Proconsulta de Segovia, un organismo civil, compuesto por varios colectivos sociales y partidos de izquierdas: El Colectivo Republicano Antonio Machado (CRAM), Republicanos de Segovia(RPS), Juventudes socialistas de Segovia, Izquierda Unida de Segovia, Izquierda Castellana (IzCa), Yesca Segovia, PCML y Equo Segovia. Dos eran las preguntas formuladas al pueblo segoviano. La primera, si la ciudadanía quería decidir sobre la forma de Estado. Y en caso de respuesta afirmativa, se estipulaba el segundo interrogante, qué modelo de Estado se quería,si república o monarquía. De las 51.683 almas empadronadas en la ciudad del Eresma, 45.148 eran los censados llamados a urnas. De esta cifra, 44.504 correspondían a electores residentes, 644, a segovianos emigrados en el extranjero.

Una jornada soleada, libre de celaje en el firmamento mesetario y con una templada temperatura de 25ºC escenificó el marco climático perfecto para dar la bienvenida a la primera consulta republicana celebrada en una capital provincial de Castilla. Transcurrida la cita, cronistas, historiadores y organizadores calificaron ya aquel sábado de día histórico.Y no fue para menos,dada una consulta,del todo inusual y a su vez trepidante para esta villa castellana, tan alejada del mundanal ruido del ruedo político y de toda rivera histórica de afección republicana.

Pero si el día fue en especial histórico,lo fue porque del total de participantes,inusitadas fueron las cifras republicanas cosechadas.En relación a la primera interpelación, de si el elector quería poder decidir sobre el modelo de Estado, 1.748 votos se decantaron por el sí; 44 lo hicieron por el no y 24 lo dejaron en blanco. En relación a la segunda pregunta; en caso afirmativo de la primera, se interpelaba al sufragista qué modelo de Estado optaba:Monarquía o República.Pues bien, de los 45.148 votantes congregados, 1.816 personas contestaron a esta segunda pregunta; de ellas: 1.462 votaron República, tan sólo 304 se decantaron por la corona, 36 lo hicieron en blanco y 14 en votos nulos. Dicho con otros términos, el 80,5% de los segovianos participantes eligió República; tan sólo un 16,7% basculó hacia la Monarquía. Si ponemos la retina por mesas, de las 8 distribuidas por toda la villa, la mesa 1, ubicada en la Plaza Mayor fue la que recolectó mayor participación. Ante el interrogante de: ¿Quiere usted decidir la forma de Estado? El sí obtuvo 365 votos, un 98'65% de participación. El no, sólo 5 votos, correspondiente al 1'35%.

Respecto al segundo interrogante, la misma mesa de la Plaza Mayor repitió el mismo puesto de mayor participación: 331 votos a favor de la República (89'46%), 36 pro-monarquía(9'73%),1 voto en blanco (0'27%) y 2 nulos (0'54%). En lo relativo a la mesa con mayor % republicano, ésta recayó en la mesa 5, correspondiente al barrio de La Albuera-Parque Peñascal. República: 95,62%. Monarquía: 4,38%. Ciertamente, estos resultados no dejan indiferente a nadie y más si nos atenemos a los anales pretéritos segovianos, tan tradicionalistas, católicos y conservadores ellos. Lo acontecido el 5 de octubre en la milenaria ciudad romana, patria del cochinillo y del ilustre, pétreo y disneyriano alcázar, marca un hecho, llamativo en números y trascendental para el republicanismo castellano. Frente a estos datos, podemos afirmar que la ciudad donde fue coronada reina Isabel la Católica, sede de la corte real del siglo XV y residencia de múltiples reyes como Alfonso VIII, ha dejado de ser monárquica. El veredicto electoral morado se impuso al azul borbónico y la ciudad adoptiva de Antonio Machado presenció de este modo, como la mayoría de sus participantes eligieron estrepitosamente República. Al alba del domingo siguiente, Segovia amaneció con cielo morado.

Y es que el 5 de octubre ha marcado en el calendario histórico castellano, un antes y un después en el rumbo ideológico y político de Segovia y como corolario de Castilla.
Cabe decir que algunos detractores de la causa republicana, conservadores,hicieron amagos de desacreditación al enfatizar que 1.816 segovianos republicanos eran exiguos en comparación con el total de inscritos en el censo electoral. Este argumento fue tumbado con contundencia por la misma organización proconsulta, con un hecho incontestable. El mismo 5 de octubre de 9:00h a 20:00 horas estaba convocada una votación propuesta por el Ayuntamiento, dirigida a presentar a la ciudadanía los presupuestos municipales del 2020; convocatoria ésta abierta a todos los segovianos, quienes podían mostrar su parecer sobre el tema. Esta consulta, promocionada por el Consistorio segoviano contó, con todos sus resortes financieros, logísticos y mediáticos, con 500 votos menos de participación que la consulta republicana. Es decir, el Comité Proconsulta obtuvo más votos republicanos aún siquiera sin contar con los mismos medios de difusión, propaganda y concienciación que la propia campaña y consulta municipal.

Por otro lado, frente al argumento catastrofista, cabe responder¿Por qué muchos segovianos no votaron? Habría que preguntarse qué papel tiene en una democracia parlamentaria, aquí consulta, la mayoría silenciosa. La consulta republicana de Segovia dispuso de mucho tiempo de propagación social. Se presentó en sociedad,un viernes 14 de junio a las 20:00 horas, en la cervecería Octavo Arte de La Lastrilla. Cuatro meses fueron los volcados por sus organizadores en concentrar, con pocos recursos,tiempo, personal, esfuerzo, difusión y propaganda para organizar este exitoso acto. Cuatro meses fueron los que en una ciudad de tamaño archipequeño llegó, por medio de la publicidad de la organización y del boca a boca de sus habitantes entre plazuelas, zocos y amigos, el conocimiento de la celebración de tal acontecimiento. Dicho tiempo fue harto suficiente para poder conocer de antemano lo que se iba a consultar y expresar luego las pertinentes filias y fobias ideológicas en urnas. Aún así,hubo personas quienes renunciaron a su libertad de expresión y voto, algo siempre respetable y legítimo dentro de su pleno derecho de albedrío.Ahora bien, al final, en una democracia representativa, quien cuenta es quien ejerce y expresa su derecho y deber soberano. El valor democrático reside en participar, interactuar e influir en el sistema político. Desistir de la cita electoral, exiliarse de la obligación pública y dar la espalda ala democracia, se traduce en automarginarse del sistema y por ende, quien elige marginarse voluntariamente de una comunidad, renuncia con ello a su soberanía, pero también a sus derechos. Es por eso que los ausentes electorales, abstencionistas o demócratas pasivos, no pueden reclamar luego su existencia, voz y presencia. Cuando eso se produce en un número elevado de electores censados ocurre lo mismo. Lo sintomático del fenómeno segoviano de la no participación se manifiesta también en otras latitudes españolas y ahí reside una honda laguna de cultura política.

Sin embargo, esta tendencia está cambiando de modo silente, paulatino y repentino. Tras la primer consulta republicana celebrada en España, la acontecida en Vallecas, el 23 de junio de 2018, todo un entramado de asociaciones civiles ha empezado a surgir en distintas ciudades, pueblos y universidades españolas, en aras de transformar el caduco régimen del 78.Estos movimientos sociales, sólidamente organizados, altamente decididos y convencidos en la imperiosa necesidad de cambio democrático, nacen concienciados con una firma apuesta, conquistar el sueño republicano; el medio de ese fin, queda jalonado en los procesos de consulta, ya celebrados, en proyecto o en fase de convocatoria. Este transversal magma asambleario popular,en especial, de perfil universitario, estudiantil y vecinal, éste último organizado por distritos y barrios,se está constituyendo a largo y ancho del vasto paisaje estatal, como un motor propulsor para cambiar el sistema. Todos confluyen en alzar la voz bajo un mismo lema y melodía, promover una consulta estatal: Monarquía–República. Lo que resulta llamativo es que se está gestando un auténtico tejido social asambleario republicano, con más cobertura de su programa y agenda en las redes sociales que en la propia televisión. Jóvenes, estudiantes, jubilados, víctimas de la guerra civil, de la represión y de la dictadura franquista, republicanos quienes perdieron a sus familiares desaparecidos- aún hoy sepultados en cunetas-, mujeres feministas, todos, se están organizando en aras de conquistar la III República.

Por ahora, de todo el compendio de consultas Monarquía-República celebradas en distintas latitudes españolas, han participado más de 100.000 personas, en más de 40 lugares, 23 barrios y pueblos y 18 universidades de todo el Estado. Ahí se incluyen, la celebrada en Madrid y en 6 municipios de la comunidad del Km 0, el 2 de diciembre del pasado 2018, donde participaron 23.058 personas, el 93% del mismo eligió República. También queda incluida la capitalina de este pasado 22 de junio, inclusive las organizadas por federaciones estudiantiles de las distintas universidades españolas realizadas en estos pasados meses. Todas ellas han cobrado el fruto exacto de 166.698 participantes totales en toda España. De ellos, 144.263 han elegido República, apenas 17.932 han votado monarquía. En suma, cerca del 90% de los votantes de todas la consultas hechas hasta ahora, han elegido República como modelo de Estado, frente a quienes se han decantado por la monarquía, que no llega al 10% de votos. Entretanto, nuevas consultas se están organizando ya para el próximo año.


Resulta innegable afirmar que asistimos ante un movimiento nuevo, pues hace treinta,veinte o diez años era impensable que existiera una asociación republicana encaminada a dar pasos por y para la República. Más inconcebible era aún que ninguna ciudad española organizara una consulta republicana y menos todavía que lo hiciese una ciudad como Segovia. Lo más sorprendente todavía han sido los resultados prorepublicanos para esta ciudad y para el país.No hay que olvidar que los 40 de buylling franquista se cobraron con un espíritu republicano dañado en su autoestima y en una moral, derrotada y anulada fruto de cuatro décadas de consignas destructivas y contrapropaganda fascista. Es por ello que los resultados segovianos como los madrileños del pasado año, suponen una notable inyección de conciencia, moral y optimismo para la izquierda y muy en especial para la causa del republicanismo español,como para el latir popular morado entregado en el proyecto de Estado republicano.

Tras el correspondiente y natural júbilo postconsulta segoviano,muchas voces callejeras se preguntan: Bien,¿y ahora qué? Para el Comité Proconsulta de Segovia, la cita del 5 de octubre, deviene tan sólo enel prólogo de una suma de proyectos encaminados a construir el armazón dela III República. Uno de los proyectos en mente por parte de la organización es la convocatoria, de otra consulta de alcance provincial.En esta iniciativa popular, la figura de Antonio Machado, en particular sus valores republicanos, como la estela de los comuneros han influido sobremanera para la organización en la causa que pretenden defender y alcanzar. El espíritu comunero castellano que en 1520 se rebeló contra la abusiva política fiscal de la monarquía española, ha renacido de sus cenizas. Segovia fue junto con Toledo de las primeras ciudades castellanas en levantarse contra Carlos I. Cuando nadie apostaba por ella en materia republicana, ha vuelto de nuevo a exhibir su dormido ADN comunero ¡Y de qué manera!

El palmario, inédito e ineludible rumbo progresista sobre por el cual se empina la proa de Segovia entre un mar castellano de conservadurismo y estatismo ideológico, supone un nuevo viraje ideológico, político y de conversión del sistema, hacia una nueva senda la cual muchas villas castellanas y españolas pueden tomar espejo y faro de referencia. La capital del Pisuerga ya ha captado presurosa, los destellos republicanos segovianos y rauda,ya ha organizado para el venidero 2020 una consulta republicana en Valladolid capital. Fecha: 21 de marzo.

En definitiva, Segovia, cuna del tradicionalismo, de una región donde el triunfo electoral derechista por antonomasia ha imperado en el calendario de la historia, ha abierto fuego, de forma pacífica, cívica, lúdica y convencida en demostrar a Castilla y España la senda a seguir. Se puede. Como en un oasis de republicanismo, entre un erial de reaccionarismo, Segovia como Alcorcón o Madrid, a modo de faro tricolor, tienen el ilustre honor de indicar los pasos a seguir a las distintas asociaciones sociales republicanas repartidas por todo el país. El destino de la transformación política social de España sólo tiene un nombre: III República. Como nota ilustrativa, vale señalarla anécdota que un votante manifestó en Madrid, a pie de urna, el 2 de diciembre: “A ver cuándo llega la votación real”. En este sentido, distintas organizaciones republicanas promotoras de las consultas territoriales y universitarias, junto con organizaciones sindicales y juveniles estatales y el movimiento republicano han aunado criterios y esfuerzos, desde la coordinación, la cooperación y elaboración de un programa común,para crear la Plataforma Consulta Popular Estatal Monarquía-República. Inaugurada la semana pasada, a fin de intercambiar sinergias republicanas de las distintas asociaciones regionales moradas, han convocado para la aurora primaveral un referéndum a nivel Estatal.

La revolución ya es un hecho. Asistimos pues a una revolución sin armas, sin violencia, sin sangre, sin fuego, sin ejércitos; ésta es una revolución cívica fecundada desde abajo, desde el pueblo y para el pueblo. Y en ese marco, Segovia deviene uno de los inesperados entrantes de esta nueva receta política, de alto voltaje democrático directo, elaborada desde los fogones de la ciudadanía: III República. La revolución ya ha empezado.

Carlos Pastor González
Periodista y politólogo

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