Sobre las siete de la mañana de este miércoles la reunión por videoconferencia de los ministros de Economía y Finanzas del Eurogrupo, ha finalizado sin un acuerdo común en materia económica para dar una respuesta a la crisis por COVID-19 que azota al continente.
En el inicio del encuentro se expuso un paquete de tres medidas a corto plazo que supone más de 500.000 millones de euros en préstamos a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea.
El principal escollo para el acuerdo son las condiciones de los préstamos que se ofrecen a los países más afectados. Los países del sur piden que la única condición para recibir el dinero sea la que se destina a la lucha contra el coronavirus, pero Países Bajos quiere que esa ayuda esté condicionada a la aprobación de reformas estructurales.
España, Francia y, sobre todo, Italia reclaman un plan ambicioso a medio plazo con emisiones de deuda conjunta, algo que a lo que se niegan Alemania y Países Bajos alegando que sus contribuyentes no pueden acabar pagando lo que deben otros.
Sobre la mesa hay otras soluciones intermedias para financiar la recuperación a largo plazo que podrían un aumento temporal del presupuesto de la UE o un fondo común de solidaridad, propuesto por Francia teniendo en cuenta que el único punto en el que existe un consenso son los 200.000 millones movilizados a través del BEI.
Después de 16 horas de reunión, el atasco era evidente y el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, ha decidido aplazar el encuentro a mañana jueves.
Equipo de redacción de Eco Republicano.