Este lunes la revista Vanity Fair ha revelado que la suite de lujo donde vive desde hace casi dos meses la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pertenece a la empresa de Kike Sarasola, Room Mate, que posee varias instalaciones en Madrid.
Díaz Ayuso se trasladó a esta suite situada frente al templo de Debod, el Skyline BeMate, y valorada en 200 euros al día, cuando se confirmó que estaba contagiada con coronavirus, ofreciendo sus intervenciones desde este desconocido emplazamiento ya que, hasta ahora, el Gobierno autonómico no habían ofrecido ninguna información.
Según recoge la revista, la Comunidad de Madrid ha confirmado que el apartamento de lujo "no ha generado ningún coste para las arcas públicas" sin especificar de forma alguna si Díaz Ayuso paga por la vivienda o se trata de una donación. La pregunta es ¿quién está pagando el actual domicilio de Díaz Ayuso como presidenta cuyo coste desde el pasado 16 de marzo asciende a 12.000?
El código ético de los altos cargos de la Comunidad de Madrid, especifica que los altos cargos "no podrán aceptar, en consideración a su cargo, ningún tipo de regalo o beneficio de cualquier naturaleza, salvo las muestras de cortesía habitual". Según la normativa aprobada por el Partido Popular, ir en contra de esta norma del manual de conducta supone motivo de dimisión.
Ahora bien, si se tratase de una invitación y según la normativa recogida por el manual, la valoración del cumplimiento de las normas sería competencia del "Secretario General Técnico de la Consejería de Presidencia, Justicia" y de la "Portavocía del Gobierno que remitirá un informe de evaluación a la Comisión de Viceconsejeros y Secretarios Generales Técnicos, la cual lo elevará, si se estima conveniente, al Consejo de Gobierno", o en otras palabras, a los subordinados de la presidenta Díaz Ayuso.
Equipo de redacción de Eco Republicano.