El Instituto Navarro de la Memoria ha encontrado sus restos en la sima de Otsoportillo en Urbasa.
Claudio Doroteo Diéguez Loza, natural de San Asensio (La Rioja) y vecino de Etxarri Aranaz fue fusilado en septiembre de 1936 cuando su hija Concha contaba con apenas seis años de edad. Estaba casado y tenía cuatro hijos, trabajaba como fogonero en el ferrocarril y estaba vinculado a la CNT. Claudio fue detenido el 13 de septiembre de 1936 en Miranda de Ebro (Burgos), donde estaba trabajando, y enviado a Alsasua.
Según un testimonio recibido por la familia, aquella misma noche fue conducido al paraje de Sorozarreta, donde fue asesinado y abandonado su cuerpo y unos vecinos lo enterraron en el lugar, pero más tarde sus restos fueron arrojados a la sima de Otsoportillo en Urbasa. Después de 84 años de búsqueda incansable y de llamar a todas las puertas, Concha ha recibido los restos de su padre encontrados por el Instituto Navarro de la Memoria.
Este viernes fue el día señalado en el que el Gobierno de Navarra le hizo entrega de la urna en un acto muy emotivo en el Archivo de Navarra presidido por la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo. Asimismo el acto contó con la presencia del director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Martín Zabalza; el director del Instituto Navarro de la Memoria, Josemi Gastón; el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, así como representantes de diferentes grupos políticos, asociaciones memorialistas, Sociedad de Ciencias Aranzadi, Nasertic, y los alcaldes de las localidades de Altsasu y Berriozar.
Una ceremonia de entrega cargada de emoción donde Concha se aferró abrazando la caja como si abrazase al padre que le arrebataron siendo niña.
«No se puede olvidar -comenta una emocionada Concha a los micrófonos de ETB- lo que te han hecho, no voy a decir que te han matado también a ti, pero no te han dejado vivir».
Por su parte, la diputada de EH Bildu, Bel Pozueta, ha recogido y publicado el emotivo momento desde su cuenta en Twitter:
84 años de luchas incansables ha tenido que esperar Kontxa para recuperar los restos de su padre, fusilado por los fascistas en Altsasu cuando Kontxa tenía seis años.
— Bel Pozueta (@BelPozueta) December 19, 2020
Ejemplo y esperanza para las familias que no han encontrado a sus seres queridos. Gracias por tu perseverancia! pic.twitter.com/RGnnGRDydJ
Equipo de redacción de Eco Republicano.