Covid-19 · Actualidad · Internacional · República · Opinión · América Latina · Ciencia · Cultura · Derechos Humanos · Feminismo · Entrevistas


El obelisco inacabado de la cantera de Asuán

Obelisco

Rafael Alfonso Alfaro García

¿Qué es la gran pirámide? ¿Cómo se construyó la ciudad perdida de Petra? ¿Qué es Stonehenge? ¿Qué es Puma Punku? ¿Qué son las líneas de Nazca? ¿Y las construcciones megalíticas de la isla de Menorca? Son preguntas que llevan demasiado tiempo sin ser contestadas.

¿Qué puede ser Sagsayhuaman? Ó las esferas de Costa Rica. ¿Están relacionados estos lugares con la isla de Pascua, o con el templo de kailash en la India? ¿Puede estar representado en el templo de Hathor, el nacimiento de la especie humana? ¿Han podido estos misteriosos lugares dar origen a las religiones?

Todas estas construcciones tienen en común que no se sabe con certeza qué civilización los construyó, cómo pudieron hacerlo, ni desde cuando están ahí.

Hacía falta un golpe de suerte, una clave, un dato que guiase la investigación por el camino correcto. Pues bien; ese golpe de suerte ha tenido lugar en el interior de la Gran Pirámide.

A partir de ese momento surgieron preguntas que han llevado a descubrir una serie de datos que estaban ocultos, qué en principio pueden parecer inverosímiles y que no solo responden a la pregunta ¿De dónde venimos? Sino también ¿Qué paso? y ¿Quiénes somos? Así como confirmar que no estamos solos en el universo, algo que no es ningún secreto.

Gracias también a ese golpe de suerte se pudo hacer un descubrimiento en lugares como: Sagsayhuaman, Stonehedge, la puerta de los Dioses y el menhir de Rudston, dando algunas respuestas que cambian de una manera muy distinta la visión que se tiene de todas las construcciones inexplicables que hay repartidas por el mundo, demostrando mediante un conjunto de pruebas, algo que a muchas personas les resultaría difícil de creer.

Esa clave ha propiciado por ejemplo; descubrir qué son, cómo se hicieron y para qué se hicieron las líneas de Nazca, entre otros descubrimientos asombrosos.

La prueba ha estado ahí desde el principio y era calificada como un misterio, sin embargo ahí está, solo hay que verla. La cuestión está en identificar los datos que permitan dar crédito a muchas de las afirmaciones que en un principio pueden parecer fantásticas, lo que hace que se pase por encima de ellas y no se tengan en cuenta.

Con el fin de hacer más fácil la lectura y comprensión, se aportaran los datos y las citas disponibles sobre los que en parte se apoya la investigación y a continuación se presentarán las conclusiones a las que se ha llegado.

Estos datos proceden de Wikipedia y otras fuentes, todas han sido contrastadas y se han reducido lo más posible ya que la información está disponible tanto en la red como en una extensa bibliografía.

Para establecer una relación entre las conclusiones a las que se ha llegado, es necesario ver también los datos oficiales que se aportan para contrastarlos con las conclusiones; las cuales en su mayoría no coinciden ni están de acuerdo con los datos de la arqueología oficial. Si bien con otras si lo están en alguna medida.

Fue en este enigmático obelisco donde vi por primera vez los asombrosos datos que vamos a considerar a continuación. De los que se derivan otros muchos datos que nos van a asombrar.

Este obelisco que está sin desprender de la roca madre mide 47 m. y pesa 1300 Toneladas.

En él se contemplan unas curiosas marcas verticales que parecen como si la roca madre y el obelisco mismo hubiesen sido separados cuando la roca estaba blanda como la mantequilla.

Esto lo vi por primera vez en un video presentado por Enrique de Vicente, en el que Giménez del Oso decía que estos anchos surcos verticales que hay en ese obelisco, por absurdo que pudiera parecer, sugerían que este tuvo una consistencia blanda como la mantequilla o como una tarta.

Debo decir que yo en ese momento no veía cómo esas marcas podían sugerir tal cosa, porque en las imágenes presentadas por Giménez del Oso no se apreciaba ese efecto. Y debo decir también que ninguno de sus colaboradores de esa época vio este efecto, puesto que no han hablado nunca de ello.

También hablaba Jiménez del Oso de una enigmática piedra que Manuel José Delgado encontró en el valle de Guiza, de la cual decía que por absurdo que pudiera parecer, esa piedra sugería la desestabilizadora idea de que tuvo una consistencia blanda. Y desde luego puedo asegurar que así es.

Asuán


Pero llegaron hasta ahí. Como digo nadie desde entonces ha hablado de esto y menos aún han hecho una afirmación categórica. Es más, siguen sin hablar de ello a pesar que llevo divulgando esto siete años.

Tengo que decir que ese vídeo presentado por Enrique de Vicente me impacto de tal manera que quede enganchado. Por entonces (2011) yo acababa de poner internet en casa y como esta temática me intrigaba seguí viendo documentales relacionados durante meses, en los que pude ver una treintena de veces el documental de Giménez del Oso y el famoso obelisco.

Hasta que un día decidí investigar a fondo para ver si encontraba ese efecto reblandecido del famoso obelisco. Fue entonces cuando se me ocurrió buscar más imágenes del obelisco, porque en las del documental de Giménez de Oso no se apreciaba ese efecto.

Solo hay unas cinco imágenes del obelisco en las que se aprecia este efecto reblandecido, pero no dejan lugar a dudas. Si nos fijamos en la roca madre de la parte derecha, esos anchos surcos verticales sugieren que se hicieron con una cuchara para servir helados cuando la roca tenía una consistencia blanda, esas mismas marcas están también en ambas caras del obelisco.

Las marcas que en están encima del obelisco también sugieren que se hicieron cuando este estaba reblandecido y también podemos ver que estas marcas están por el suelo.

En esas cinco imágenes se puede ver con toda claridad que tanto la roca madre como el propio obelisco tuvieron una consistencia blanda en una época. ¿En qué época?; con toda seguridad en la época que se estaba construyendo ese obelisco. Fue entonces cuando vi ese efecto reblandecido de la roca y le di total credibilidad.

Hay otro dato desconcertante que debemos saber: El obelisco sigue unido a la roca madre por una especie de quilla, y el dato es que en la isla de Pascua hay 397 moais que siguen unidos a la roca madre por una especie de quilla. Y también el obelisco de Baalbek en Libano está unido a la roca madre por una especie de quilla.

Como veremos en sucesivos capítulos, no solo estas tres civilizaciones están relacionadas por la misma técnica de construcción; sino que lo están absolutamente todas las supuestas civilizaciones que estaban construyendo todos esos mal llamados templos, que están por todo el mundo y que todos sabemos cuáles son.

Esto es algo de lo que nos convenceremos a medida que vayamos descubriendo más datos: ¿Qué puede significar que tanto el obelisco inacabado, como los moáis de la isla de Pascua y el obelisco de Baalbek estén unidos a la roca madre por una especie de quilla? Lo primero que esto significa es que los tres utilizaban la misma técnica de construcción. Y también significa que están sin terminar de construir, ya que todavía están unidos a la roca madre.

¿Y qué más significa? Significa también que se estaban construyendo al mismo tiempo, ya que sería una gran coincidencia que diferentes culturas separadas por miles de años y miles de kilómetros utilizasen la misma técnica de construcción y dejasen todo sin terminar de construir.

Pero lo más asombroso es que también significa que en estos tres lugares (y en otros muchos) se aborto la construcción en el mismo instante, puesto que todos están sin terminar de construir.

Como más adelante veremos estamos hablando de una civilización global que tenía una tecnología muy superior a la nuestra, algo que iremos viendo en sucesivos capítulos. Y debo decir que tengo plenamente identificada esta civilización.

Ahora veamos: La egiptología dice que estas marcas que Giménez del Oso llamo anchos surcos verticales las hicieron los antiguos Egipcios de la edad de piedra cuando cada uno ocupaba su lugar y golpeaba el obelisco con piedras de dolerita para darle forma. Pero resulta que todas estas marcas tienen la misma medida.

La egiptología también dice que el obelisco se rompió cuando se estaba construyendo y por eso fue abandonado.

Si contemplamos imágenes de ese obelisco, veremos que está partido en el medio hasta el suelo por dos sitios y también tiene partido un largo tramo de unos diez metros a lo largo. Y a los lados también está partido por varios sitios. Tendemos a pensar que al golpear piedra con piedras se rompió.

Digamos que un fatídico día uno de los talladores vino a trabajar “calentito”; Discutió con la mujer por la mañana temprano y ese día desayuno fuerte, con lo que debió poner más empeño en su trabajo. Dio un mal golpe y se cargo el obelisco de una forma definitiva cuando ya se encontraba en una fase avanzada de construcción. Se me ocurre que le meterían un buen paquete claro.

Pero si nos paramos a pensar un poco, es muy difícil que se parta de esa manera dando un mal golpe. También es muy difícil aceptar que si esos supuestos talladores la única herramienta que conocían era una piedra para golpear otra piedra. ¿Cómo es posible que tuvieran el concepto arquitectónico, geométrico y artístico necesario para construir eso? Ya que si tuvieran ese concepto deberían tener otras herramientas más acordes.

Como veremos más adelante, que este obelisco esté partido quiere decir que alguien en un momento determinado tomo una decisión contraria a la que había tomado en un principio, que era la de construir. Esto lo veremos en todo este tipo de construcciones enigmáticas y maravillosas que están por todo el mundo.

Por tanto ese obelisco no se estaba construyendo golpeando con piedras de dolerita para darle forma. Y más aún teniendo en cuenta que ese obelisco tenía una consistencia blanda cuando se estaba construyendo. Y también teniendo en cuenta que los verdaderos constructores tenían la posibilidad de transportarlo, ya que con toda seguridad dominaban la gravedad.

Algo que sin duda estaba fuera del alcance de los antiguos Egipcios de la edad de piedra, los cuales no podían ni soñar con moverlo un milímetro. Ni mucho menos sacarlo de hoyo en el que está, para luego transportarlo a través de terreno arenoso, subirlo en una barcaza y transportarlo 500 u 800 Kilómetros para descargarlo y llevarlo al templo correspondiente para erigirlo en su lugar.

Veamos un detalle: En el templo de Karnak hay varios obeliscos erigidos en su lugar. Si ya es difícil imaginar cómo los antiguos egipcios de la edad de piedra pudieron transportar este obelisco desde unos 800 km y luego erigirlo.

Lo que no podemos imaginar es que si ese obelisco fue construido golpeando piedra con piedra, puesto que los antiguos Egipcios no conocían otra herramienta; entonces... ¿El templo cómo fue construido? ¿Con la misma tecnología? ¿Golpeando piedra con piedra? Eso simplemente no se lo cree nadie.

Por no hablar de los conocimientos matemáticos y arquitectónicos. También hay que tener en cuenta que en este templo está la sala hipóstila de 103 por 52 m., que contiene 134 columnas papiriformes, de las que las doce centrales tienen capiteles de más de cinco metros de diámetro, alcanzan los 21 m. de altura y pesan 400 Toneladas cada una de ellas.

Rafael Alfonso Alfaro García, investigador de civilizaciones antiguas. Colabora en diversos programas de radio y dispone de un canal en Youtube. Participa en la sección de Cultura de Eco Republicano desde mayo de 2021.

El contenido de los artículos de opinión serán responsabilidad exclusiva de su autor/a y no tienen necesariamente que coincidir con la línea editorial. Eco Republicano se compromete a eliminar cualquier contenido que pueda ser considerado ilícito.


Publicar un comentario