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Luis Cernuda elegía a Federico García Lorca: «A un poeta muerto»

Luis Cernuda y Federico García Lorca

El poeta Luis Cernuda nació en Sevilla, el 21 de septiembre de 1902. Su genio le convirtió en uno de los más destacados miembros de la llamada Generación del 27.

La vocación poética de Luis Cernuda comienza a la temprana edad de nueve años tras leer rimas del ilustre poeta sevillano, Gustavo Adolfo Bécquer. El joven Cernuda comienza a leer poesía y más tarde se anima a escribir sus propios versos.

Cernuda estudió Derecho en la Universidad de Sevilla en 1919, siendo uno de sus profesores Pedro Salinas, quien le ayudó con sus primeras publicaciones y le introdujo en las tertulias poéticas del momento. En 1925, tras licenciarse en Derecho, se publican sus primeros poemas en Revista de Occidente.

En 1926 viaja a Madrid y colabora en el revista La Verdad, Mediodía y Litoral. En 1927 publica su primer libro lírico, Perfil del aire que fue rechazado por la Crítica.

En diciembre de 1927 asiste a un homenaje a Luis de Góngora celebrado en el Ateneo de Sevilla, allí conoce a Federico García Lorca y a otros poetas.

Posteriormente escribe varias obras: Égloga, Elegía, Oda (1928), Un río, un amor (1929), Los placeres prohibidos (1931), Donde habite el olvido (1933) y Invocaciones a las gracias del mundo (1935).

En 1936, poco antes de estallar la Guerra Civil, interviene en el homenaje a Valle-Inclán y publica la primera edición de su obra poética completa hasta entonces, bajo el título de La realidad y el deseo.

Tras el asesinado de su amigo Federico García Lorca, le dedica una sentida elegía, «A un poeta muerto (F. G. L.)», cuyos dos últimos párrafos fueron censurados. Durante la contienda se incorpora al Batallón Alpino y es enviado a la Sierra del Guadarrama para defender la República. En abril de 1937 se traslada a Valencia y colabora con la revista cultural Hora de España. Allí participa en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas de Valencia.

En 1938 Cernuda se exilia a Reino Unido y más tarde emigrará a Estados Unidos, donde se establecerá definitivamente en México. Aquí trabajará como profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México. El 5 de noviembre de 1963 fallece en Ciudad de México a la edad de 61 años.

Su prolífera obra ha sido traducida a varios idiomas: inglés, francés, italiano, alemán, neerlandés, polaco, portugués, rumano, hebreo, sueco, griego, serbio, eslovaco, árabe y latín.


Elegía a Federico García Lorca: «A un poeta muerto (F.G.L)».


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