Fernando Fernández
Secretario General de Alternativa Republicana
El nuevo Gobierno de Juanma Moreno en Andalucía no es que se enfrente a nuevos retos sino, en muchos casos a lo que fueron sus antiguas promesas incumplidas.
Tras su primera legislatura si algo está claro es que su capacidad inversora es nula, más allá de los fondos europeos. Porque no le quepa a nadie duda que prácticamente la gran mayoría de las obras ejecutadas en la mayor parte de municipios andaluces en los dos últimos años han sido financiadas por fondos provenientes de en su mayor parte de Europa.
Cuando nuestro querido Sr Moreno anuncia, por ejemplo en educación que se mantendrá el refuerzo COVID lo hace porque esos fondos son los aportados desde Europa para combatir la pandemia (al final de curso tuvo que poner el cartel en muchos centros educativos), no porque su presupuesto, el andaluz, contemple una apuesta decidida por aportar mayor inversión a sanidad y a educación. Más aún, al convocar elecciones para este año 2022 y dejar el presupuesto sin aprobar, ha puesto en peligro toda una serie de actuaciones en materia de infraestructuras que carecen de financiación al estar el presupuesto prorrogado, lo que afecta al capítulo de inversiones y obliga a modificaciones presupuestarias urgentes.
Éste es un detalle muy grave, ya que las subvenciones que recibe Andalucía requieren que la comunidad aporte un parte del total de la inversión, habitualmente un 20%. Es indudable que visto lo anterior estamos en una situación grave, y lo estamos porque la oposición andaluza es mediocre. Mediocre porque sigue ignorando que la política se hace desde los presupuestos: ahí es donde se libran los dineros necesarios. Lo que no aparece ahí, no existe.
Pero para eso el político tiene que estudiar: conocer documentos, estructuras y vínculos. Y de tema presupuestario ya hemos visto que Espadas, Inma Nieto o Teresa están para pocos trotes. Desconocen la estructuración del presupuesto, popular y sus debilidades más allá de las informaciones concretas que les pasan cuando se reivindica algo puntual. Ni siquiera la gravedad de tener actualmente un presupuesto prorrogado que hace que el 2022 sea un año casi en blanco para Andalucía en materia inversora, ha merecido una reflexión. Para reivindicar lo puntual, es decir ir a un municipio a decir que aquí falta esto o lo otro, o para denunciar problemas de colectivos concretos, no se equivoquen, valemos cualquiera. Lo difícil es analizar antes todo ello anticipando lo que pasará cuando se mantienen mínima financiación o cuando se gestiona indirectamente (y ahí el PSOE tienen que callar al haberlo hecho también) , dejando en manos de la buena voluntad del mercado todo ello. O cuando se evita presupuestar infraestructuras que requieren de inversiones plurianuales. En el caso de la “derecha” esto obedece también a su intención de usar como excusa la falta de infraestructuras para concertar servicios
Juanma Moreno, esto es lo peligroso, ha descubierto que no se necesita invertir ni aumentar gasto social, sanitario o educativo para tener satisfechos a los andaluces y andaluzas. Que más da que se abandonen a su suerte a lo rural , a los pequeños pueblos andaluces o que se devalúen los servicios que se prestan en los núcleos principales ante su masificación y la” obsolescencia programada” que se usa para llevar el sector público al terreno privado.
Esto es lo que hay, porque Juanma es una cara amable, y eso al final vende. Debe ser esa cara amable que busca también Yolanda Díaz. La idea es que hay que escuchar, comunicarse. Eso sí, escuchar no quiere decir hacer. Y ser amable no quiere decir estar a favor de la mayoría social.
Porque amigos y amigas, no se engañen la política se hace en los presupuestos, en las leyes y se materializa en los Boletines y finalmente en muchos casos se refleja en los bolsillos de los ciudadanos y ciudadanas y en su día a día. Pero eso queda muy lejos del entendimiento común que confunde un twitter o un canutazo eso de las declaraciones rápidas a los micros, como realidades.
Nuestro Juanma, en eso, con su mirada amable, con su actitud de no mojarse lo ha conseguido: ha logrado que Andalucía se olvide de pedir Tierra y Libertad . No es de extrañar que otros, desde derecha e izquierda, busquen imitar ese paradigma. Disfrutemos lo votado.
