Víctor Arrogante
El 7 de noviembre de 1917, Vladímir Ilich Uliánov, Lenin, líder del Partido Bolchevique, dirigió el alzamiento en Petrogrado contra el gobierno provisional, que culminó con el asalto al Palacio de Invierno. La Rusia campesina y empobrecida de Nicolás II, se transformó en una república federal socialista.
El Consejo de Comisarios del Pueblo decidió como base de su acción: 1. Igualdad y soberanía de los pueblos de Rusia. 2. Derecho de los pueblos a la libre determinación, incluyendo el derecho a separarse y constituirse en Estado independiente. 3. Supresión de todos los privilegios y restricciones de carácter nacional o religioso. 4. Libre desarrollo de las minorías nacionales y los grupos étnicos. Fue firmado el 14 de noviembre, en nombre de la República rusa, por el comisario de nacionalidades Iósif Stalin y Lenin, como presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo.
La Nueva Política Económica (NEP) establecida por Lenin, trataba de recomponer la economía. Se suspendió la confiscación de granos; se permitió la venta de los excedentes de producción; se cobró un nuevo impuesto sobre la riqueza de los campesinos; y se permitió la creación de pequeñas empresas, ya que las grandes seguían en manos del Estado. En pocos años, la economía se recupera y algunos campesinos, como los kulaks, dueños de extensas tierras se enriquecen. León Trotski, no acepta la situación, al entender que las medidas del NEP son de tipo capitalista y atrasan la construcción del socialismo.
Transcurridos 74 años de aquel 7 de noviembre, la URSS se desplomaba; había fracasado el experimento comunista. El capitalismo de Estado se encargó de estrangular la libertad del pueblo. La guerra fría había desangrado a la URSS, al gastar grandes cantidades de recursos en armamento y tecnología improductiva y mantener gran cantidad de hombres en armas. La corrupción, una lacra atribuida al capitalismo, se desarrolló en la enorme burocracia del Estado y en las repúblicas que lo conformaban. Los planes de desarrollo y producción también fracasaron. Habían sido mal enfocados, gestionados y los objetivos nunca se lograron.
Con la muerte de Lenin en enero de 1924, se desencadenó una dura lucha por el poder entre Trotski y Stalin, ganando éste la lucha por el control sobre el aparato del partido. Iósif Stalin construyó la gran dictadura del siglo XX hasta su muerte en 1953. Su sucesor Nikita Jruschov, presentó al pleno del XX congreso del Partido Comunista en 1956, un informe con los errores políticos y los crímenes cometidos por el stalinismo, dando paso a una campaña nacional de desestalinización.
Stalin cambió el rumbo de la economía al establecer como objetivos: Implantar el régimen colectivo en la propiedad y en la explotación de las tierras; desarrollar la industria por medio de los Planes Quincenales; convertir a Rusia en una gran potencia militar; propagar la doctrina comunista por todo el mundo, creándose la Tercera Internacional o Komitern, que agrupaba a todos los partidos comunistas del mundo. Como instrumento de fuerza para controlar y dominar al pueblo se apoyó en el Ejercito Rojo. Instaló los gulasg, donde eran condenados a trabajos forzados los opositores. Hasta cerca de 3.000.000 de personas fueron perseguidos, encerrados o asesinados. Con la política del miedo, Stalin pudo concentrar todo el poder político en sus manos.
Gorbachov comenzó a aplicar cambios, mediante la Perestroika y la Glásnost. Fuerzas oportunistas trabajaron por desintegrar la URSS y el regreso al capitalismo. En mayo de 1990, Borís Yeltsin, que había sido expulsado del PCUS en 1987, elegido presidente del Parlamento ruso, fue el gran impulsor del fin de la URSS. Los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron un tratado que marcaba el nacimiento de la Comunidad de Estados Independientes, organización supranacional compuesta por 10 de las 15 ex repúblicas soviéticas. Impotente y abandonado por casi todos, Gorbachov dimitió como Presidente de la URSS el día 25 de diciembre de 1991. La bandera roja soviética era arriada del Kremlin, siendo sustituida por la rusa. Quedaba desintegrada la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La enorme burocracia, el exceso de normas y reglamentos en las empresas y la carencia de medios modernos de gestión, fueron algunas de las causas de la caída de la URSS. La cuantía de las ayudas concedidas a las empresas en forma de bonos en incentivos, se determinaba por el número de trabajadores empleados, lo que conducía a la contratación de gran número de obreros innecesarios. Las cuotas de producción se fijaban en términos cuantitativos, lo que dio lugar a una producción de baja calidad. Como los salarios, bonos y promociones, dependían de que se alcanzaran los objetivos fijados por los planes del sistema central de planificación, se inducía a falsear los resultados. Con todo, por la falta de libertades y democracia, y por la presión occidental.
El fracaso del comunismo en la URSS, no desvirtúa la crítica al sistema antagónico. La URSS, con todos sus errores, consiguió grandes logros. Fu el primer país en el mundo capaz de garantizar a todos sus ciudadanos, una vivienda, un trabajo, una educación y una sanidad universal y de calidad; una jubilación adecuada al tipo de trabajo realizado, vacaciones pagadas, derecho a baja remunerada con el 100% del salario y la igualdad salarial entre mujeres y hombres.
El Centro Levada, muestra que el 56% de los encuestados, lamentan la desintegración del anterior Sistema. El 64% de los rusos votarían actualmente para conservar la URSS, si se realizase un referéndum análogo al del 17 de marzo de 1991. El porcentaje de nostálgicos de la URSS es mayor entre las personas mayores de 55 años y los habitantes de zonas rurales, población con una menor protección social. También entre los nostálgicos de la URSS, se encuentre jóvenes en una buena posición social, totalmente integradas en la sociedad moderna y que no vivieron en la Unión Soviética.
El capitalismo ha demostrado ser un sistema bárbaro basado en la desigualdad, la explotación y el abuso. Un sistema depredador que pone al ser humano al servicio de la economía. El capitalismo salvaje en la Rusia actual ha creado multimillonarios de hoy para mañana. En frente, la esperanza de vida –que mide la calidad de vida y resume la tasa de mortalidad de todas las edades en ambos sexos– ha caído desde 69 a 65 años.
La Revolución rusa fue la primera que ganó el proletariado. La Revolución francesa, dejó intacta la propiedad privada capitalista de los medios de producción como sistema económico imperante. En cambio, la Revolución soviética, fue la prueba tangible que necesitaban los parias de la tierra para estar seguros de que el sueño de Marx no era irreal. La Gran Revolución Socialista de Octubre abrió para la Humanidad una nueva era, la del socialismo científico a la práctica humana del socialismo.
La Revolución de Octubre fue desde su primer momento un referente del movimiento obrero internacionalista y de las organizaciones socialistas que no claudicaron al belicismo y las ansias de conquista de los poderosos. El criterio para valorar los hechos históricos, debería ser por la bondad o maldad de su esencia. Y la esencia de la Revolución Socialista fue mejorar la suerte de los parias de la tierra.
Víctor Arrogante, profesor y analista político, colabora en Eco Republicano desde 2013.