Covid-19 · Actualidad · Internacional · República · Opinión · América Latina · Ciencia · Cultura · Derechos Humanos · Feminismo · Entrevistas


Esperanza Aguirre y Millán Astray

Esperanza Aguirre y Millán Astray
No es ninguna sorpresa, cada vez disimulan menos y se han quitado la careta definitivamente. Se ven en campaña favorable y tiran a dar. Ahí está, Espe Aguirre (aunque no solo ella) defendiendo a Millán-Astray. Una de las figuras claves y más crueles del franquismo.

Entre los nombres de las calles más escandalosos en contra de la Ley de la Memoria Histórica está el de este criminal, fundador de la Legión. Un individuo de una gran crueldad, capaz de enfrentarse a Miguel Unamuno, en plena guerra civil, cortándole un discurso en Salamanca, al grito de “¡Viva la muerte!” y “¡Muera la inteligencia! “A lo que el escritor contestó con aquello de: “Venceréis, pero no convenceréis”.

Bueno pues Espe Aguirre siguiendo la vieja tradición franquista de manipular la historia presenta a este general criminal como un benefactor, capaz de salvar vidas, una vergüenza más que deja a esta mujer, contaminada hasta los huesos por la corrupción que la rodea, como una mentirosa desorejada. Está claro que ya no sabe qué hacer para salir en los papeles, después de haber perdido casi todo el poder, y miente hasta la saciedad con tal de que hablen de ella, aunque sea mal.

En fin, Espe Aguirre es historia ya. Y por mucho daño que quiera hacer ya la conocen hasta los suyos, que la temen porque saben que es una kamikaze y que sabiéndose medio muerta, quiere morir matando.

Lo más grave es que la han seguido algunos de los suyos, demostrando que los peperos siguen siendo franquistas y que sus fibras filo-fascistas no han desaparecido. Al debate del distrito de Latina de Madrid, se sumó un grupo de exlegionarios y simpatizantes de la extrema derecha que defendieron con pasión a Millán-Astray y llegaron a decir:

"Millán Astray no era terrorista… terrorista es un partido que linda con la ETA como es Podemos"

Todo ello entre aplausos y vítores de los peperos en el pleno. Y es que antes trataban de disimularlo, hoy ya defienden abiertamente las tesis franquistas. La excusa es que fue el creador de La Legión, como si este reducto militar fuera un ejemplo de algo bueno.

La Legión que creó el fascista Millán-Astray estaba llena de delincuentes (en la legión no se pedían antecedentes de ningún tipo) y de gente asocial que veían una posibilidad de trabajar y, sobre todo, de dar rienda suelta a sus deseos violentos. De hecho, lo demostraron con exageración en la guerra civil, aliándose con los golpistas, y antes en la Revolución obrera de Asturias de 1934.

Su última actuación bélica se remonta a “la liberación del islote de Perejil”, en 2002. Hoy, podrían haber sido sustituidas por unidades del ejército que cumplieran las misiones que desenvuelven en otros países. La disolución de La Legión, una unidad militar de carácter violento, hubiera sido la mejor solución.

Eso sí, si hay que recordar a La Legión, yo cambiaría el nombre de la calle por la de su tótem: La cabra, que es lo mejor que tienen.

Salud y República

Rafael García Almazán

Fuente: Kabila

Publicar un comentario