Covid-19 · Actualidad · Internacional · República · Opinión · América Latina · Ciencia · Cultura · Derechos Humanos · Feminismo · Entrevistas


Maximiliano Martínez Moreno (1899-1990)

Maximiliano Martínez Moreno junto a Gordon Ordas en París
MAXIMILIANO MARTÍNEZ MORENO, nació en Albacete el 15 de enero de 1899 y falleció en Albacete el 2 de diciembre de 1990. Hijo de Maximiliano Martínez y de Rosario Moreno, era uno de los ocho hijos que tuvo el matrimonio. 

Abogado y político. Diputado a Cortes de Unión Republicana (1936), presidente del primer Jurado Mixto de Albacete y presidente del Ateneo Albacetense durante la República. Perteneciente a la clase media, su padre era secretario de Sala de la Audiencia Territorial de Albacete.

Maximiliano cursó los estudios de bachillerato en Albacete y de Derecho en la Universidad de Murcia, licenciándose en 1920. Nada más terminar la carrera empezó a trabajar de pasante en el despacho del prestigioso abogado Antonio Gotor. En 1925 se casó con Laura Sánchez Moya, con quien tuvo dos hijos. 

Entre 1920 y 1938 ejerció la abogacía, trabajando entre otros temas sobre la abolición de la pena de muerte y la incorporación de la mujer al mundo del trabajo. Miembro del Colegio de Abogados de Albacete, fue secretario-contador entre 1932 y 1934. 

Trayectoria política

Perteneció al Partido Reformista, por el que se presentó en las elecciones municipales de abril de 1931, no saliendo elegido. Tras la proclamación de la Segunda República, los republicanos Arturo Cortés y Nicolás Belmonte le propusieron presentarse a las elecciones a Cortes de junio de 1931, pero no aceptó, ya que consideraba que su pensamiento ideológico era más acorde al del líder reformista Melquíades Álvarez. 

El 19 de noviembre de 1933 se celebró la primera vuelta de las segundas elecciones generales de la Segunda República Española para las Cortes y fueron las primeras en que las mujeres ejercieron el derecho al voto. Maximiliano presentó su candidatura como radicalsocialista independiente, perteneciente a la corriente de Gordón Ordás -al que le unía una gran amistad-, pero no salió elegido dada la división existente entre las fuerzas de izquierdas y particularmente entre los republicanos de izquierdas que presentaron diversas candidaturas. 

Como abogado intervino en la defensa de algunos campesinos implicados en la insurrección de octubre de 1934 en la provincia de Albacete. En opinión de Maximiliano Martínez: 

"...al defender ante los Tribunales a unos procesados que delinquieron contra la República, servíamos primordialmente a ésta ayudándola en su esfuerzo de encuadrarse dentro de un orden legal que acabase con el caos, pseudo-revolucionario desencadenado en nuestra zona y que de tal modo nos producía el desvío de todas las democracias del mundo. Había que establecer un orden nuevo. revolucionario. sí, pero un orden que sustituyera a aquel caos anárquico: urgía reintegrar al Estado sus funciones de autoridad: y precisaba restablecer el imperio de la ley, de una ley revolucionaria, verdadera expresión de la voluntad del pueblo en tales momentos, pero que fuera una norma de derecho que emanado del Poder legítimo que a todos representa a todos obligase".

El 24 de enero de 1936, en la sede del partido Unión Republicana (UR), Maximiliano Martínez fue nombrado candidato de este partido para las elecciones de febrero. El partido Unión Republicana estaba dirigido por Diego Martínez Barrio y presentó a las elecciones dentro de la coalición del Frente Popular, junto al partido de Manuel Azaña, Izquierda Republicana y el Partido Socialista. 

El resultado del escrutinio en la provincia de Albacete dio vencedor a Pedro Acacio Sandoval (CEDA) con 75.632 votos, mientras que Maximiliano Martínez Moreno (Unión Republicana) quedó en quinto lugar con 57.661 votos. Siendo el candidato más votado de la coalición izquierdista del Frente Popular.

De esta forma, Unión Republicana estaba representada con Antonio Sánchez Garrido que era organizador UR en la provincia de Albacete y Gobernador civil de Cuenca. Sumados al diputado Maximiliano Martínez Moreno y al presidente del Comité provincial Eduardo Quijada Alcázar.

Integrante de la masonería.

Desde los años treinta, la masonería dejó patente su preferencia por el republicanismo, aunque teóricamente desde las diferentes logias abogaban por mantener una actitud apolítica. 

Después de proclamada la República, mucho masones asumieron los principales cargos políticos y representación en diferentes órganos de poder. En el caso de nuestro protagonista, además de ser diputado a Cortes por Albacete, perteneció a la logia masónica Pedrel nº 19 de Albacete.

Guerra Civil, Exilio y regreso a España.

Con motivo del golpe de Estado contra el Gobierno de la II República, la noche del 26 de agosto de 1936, el diputado a Cortes Maximiliano Martínez Moreno dio un emocionante discurso ante los micrófonos de Radio Murcia, combatiendo duramente la rebelión fascista e invitando al alistamiento en el ejército republicano. 

En abril de 1938 fue nombrado Consejero de Estado, nombramiento que al serle ratificado le obligó a abandonar el ejercicio de la abogacía al ser incompatible con su nuevo cargo. Durante la última parte de la guerra vivió en Barcelona dada su condición de diputado y de Consejero de Estado. Desde esa ciudad partió al exilio en Francia, y estuvo en diversos pueblos, como Darnius, Elles, Perpiñán y finalmente en Amelie-les-Bains, donde permaneció durante tres años, dedicado a dar clases.

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la presencia de los nazis cada vez más cerca, en abril de 1942 embarcó en Marsella camino de México. Allí empezó a trabajar en unos grandes laboratorios farmacéuticos.

En agosto de 1945 se reunieron en México las Cortes republicanas en el exilio, a las que asistieron cerca de cien diputados, entre ellos Maximiliano Martínez Moreno, y en las que fue nombrado Diego Martínez Barrio presidente de la República Española en el exilio.

Su deseo de estar cerca de España y de su familia hizo que en 1946 regresase a Francia, empezando a dar clases en la Universidad a Distancia de París como profesor de Lengua y Civilización Española, compaginando esto con sus funciones de diputado y consejero de Estado de la República Española, fundando en 1957 junto a otros refugiados españoles el Ateneo Iberoamericano, y dando conferencias en diversas instituciones.

Como miembro del exilio español asistió al Congreso Europeísta de Múnich en 1962, junto a otras destacadas figuras políticas como Salvador de Madariaga, Dionisio Ridruejo, Satrústegui, Íñigo Cavero, Álvarez de Miranda, entre otros. Regresó finalmente a España en 1971.

El 1 de noviembre de 1976, Maximiliano Martínez y otros correligionarios, recibieron con entusiasmo al profesor don José Prat García, diputado en las Cortes republicanas por Albacete (1933) y presidente nacional del PSOE Histórico, albacetense ilustre, que estuvo exiliado durante cuarenta años en Colombia, donde dirigía un periódico. 

Equipo de redacción de Eco Republicano


Fuentes Consultadas:

Rosa María Sepúlveda Losa, Republicanos tibios, socialista beligerantes. La República social inviable. Albacete, 1933-1936, Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 2003.

Periódico 'Defensor de Albacete' (1934-1936)

Al-Basit. Revista de Estudios Albacetenses (1996)

Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 141 n.º 2.

Manuel Requena Gallego, Partidos, elecciones y élite política en la provincia de Albacete, 1931-1933, Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 1991; 

Tita Martínez, Albacetenses de la Diáspora, Albacete, Diputación, 1997, págs. 155-173; 

Maximiliano Martínez Moreno


Publicar un comentario