Víctor Arrogante
Ya tenemos un Gobierno de Coalición Progresista, que va a
tener enfrente una oposición de las más duras de la historia. Tendrá que
afrontar desafíos en materia de empleo, fiscalidad, emergencia climática, reto
demográfico, cultura, deporte, igualdad, memoria democrática, derechos
sociales, pensiones y vivienda; desafíos territoriales, judiciales, económicos
de envergadura y con un parlamento muy fragmentado. Uno de los principales
objetivos de la coalición será demostrar que se puede lograr una cierta
estabilidad legislativa para los próximos cuatro años. Todo por ver; toda
esperanza.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la
presentación de su Gobierno, ha garantizado el "firme propósito de
unidad" de su Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos que tendrá varias voces, pero una misma palabra. Sánchez ha
admitido la singularidad del nuevo Ejecutivo por ser el primero de coalición de
la democracia, que tendrá que recorrer un camino nuevo que, en su opinión,
"va a servir de referencia al futuro". Además ha señalado que este
modelo de Gobierno pone a la política española en la misma senda europea donde
conviven muchas mayorías basadas en el entendimiento de distintos partidos.
El nuevo Consejo de Ministros, será uno de los más numerosos
de la democracia, con 23 miembros incluido el Presidente. Siguiendo su propio
estilo, se ha rodeado de perfiles técnicos, bajo mínimos en la representación
del PSOE, optado por un buen número de independientes de reconocido prestigio. Por su parte, Unidas Podemos ha tirado de carga política para
las carteras ministeriales: están los líderes de Podemos e IU, así como Yolanda
Díaz, dirigente histórica de la izquierda gallega, e Irene Montero, que es de
los principales cargos de la formación. En lo que ha reforzado Sánchez al PSOE
ha sido en la portavocía del Gobierno. En cuanto a la paridad que se
garantizaba durante la campaña electoral, no se da; hay doce hombres y once mujeres
(52%/48%).
Pablo Iglesias zanja el debate sobre las vicepresidencias
"Será un honor y un privilegio compartir rango con tres mujeres
brillantes". Iglesias, que ocupará la Vicepresidencia de Derechos
Sociales y Agenda 2030, tendrá el mismo rango que Carmen Calvo (Presidencia,
Relaciones con las Cortes y Memoria), Nadia Calviño (Economía y Transformación
Digital), y Teresa Ribera (Transición Ecológica y Reto Demográfico). Iglesias manifiesta
que "frente a los que busquen sembrar la cizaña: compañerismo, trabajo en
equipo y buen humor". En cualquier caso, Podemos considera que lo más
importante es que el Gobierno de Calición cumpla el programa acordado entre
Unidas Podemos y el PSOE, independientemente de la estructura del Ejecutivo y
las personas que ha elegido el presidente Pedro Sánchez para integrar el
Consejo de Ministros.
El nuevo Gobierno se va a nutrir de ideas plurales"y
hablará con distintas voces, "pero con una misma palabra", insistiendo en que la pluralidad del Ejecutivo es reflejo de la
pluralidad de la mayoría progresista que hay en España. Sánchez ha explicado
su nuevo Gobierno tendrá como pilares el "diálogo, el entendimiento y la
convivencia de familias políticas distintas". Según explicó, ha diseñado
su Gobierno con competencias muy precisas y tasadas, justificando así por que
ha desgajado Trabajo y Seguridad Social.
Uno de los principales retos del Gobierno de Sánchez es la
resolución del conflicto político en Catalunya. El líder socialista ha gestionado los apoyos de su investidura
en base a una negociación que resuelva, mediante el diálogo, este problema
territorial. Con parte del anterior Govern de la Generalitat en prisión,
los partidos independentistas han centrado sus estrategias en la petición de
una amnistía sobre la que, al menos de momento, Sánchez no se ha posicionado.
El líder socialista ha avanzado que ésta será una legislatura de diálogo.
Sin embargo, el dilema territorial no acaba en Catalunya.
Durante las negociaciones de investidura otras formaciones han constatado los
principales problemas de otros territorios. Mientras comunidades como Euskadi o
Galicia también muestran tensiones culturales y la voluntad nacional de algunos
partidos, otras han puesto sobre la mesa problemas como el de la
denominada España vaciada.
El acuerdo de coordinación entre el PSOE y Unidas Podemos
firmado y que regirá las relaciones entre ambas formaciones, se basa en el documento que, con el mismo objetivo,
suscribieron el PNV y el PSOE en noviembre de 2016 para protocolizar sus
relaciones tras la formación de gobierno en el País Vasco. Los miembros del
gobierno de coalición, optaron por basarse en el modelo vasco de coordinación
por considerarlo "el más solvente y adaptado al derecho y a la tradición
política española", introduciendo algunas innovaciones.
Entre las principales cuestiones del Presupuesto están las
pensiones (limitadas por ley a una actualización anual del 0,25% por parte del
PP), la subida salarial a 1.000 euros para 2020 (1.200 en 2024) o la aprobación
de un ingreso mínimo vital. Sánchez e Iglesias deberán convencer a algunas de
las formaciones que han dado su apoyo en la investidura, pero que se muestran
más reticentes en cuestiones económicas, como el PNV y la negativa de las
organizaciones empresariales.
El Grupo Vasco ya ha advertido de que su pretensión no es la
de derogar la reforma laboral, una medida que aparece reflejada en el acuerdo
entre el PSOE y Unidas Podemos. Antes del proyecto presupuestario, el
Parlamento deberá aprobar un techo de gasto, que marcará los límites de las
políticas económicas, una cifra que deber ser validada en el Senado. Tras las elecciones
del 10 de noviembre, el PSOE no cuenta con mayoría absoluta en la Cámara Alta,
que está tan fragmentada como el Congreso, por lo que deberá alcanzar un pacto
múltiple con diversos grupos en el Senado.
El debate de investidura ha constatado que la oposición al
Gobierno de coalición no piensa conceder ni los tradicionales 100 días de rigor
al nuevo ejecutivo. El
PP, Vox y Ciudadanos han cargado duramente contra Sánchez e Iglesias,
llegando a tildar al líder del Ejecutivo de traidor o, incluso, manifestando
que su mayoría se apoya en ETA. Pablo Iglesias le pidió al líder socialista firmeza
democrática y buen tono frente a estos ataques, que, al menos de momento, no
tienen pinta de ceder después de la investidura.
Desde Poletika, plataforma formada por más de 500
organizaciones sociales y no gubernamentales (Coordinadora de ONG para el
Desarrollo, Oxfam, Médicos del Mundo, Greenpeace o Save the Children, entre
otras), valoran positivamente las medidas de empleo, protección social y
fiscalidad que contiene el pacto de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos. Según
destacaron en un comunicado, el acuerdo "contribuirá a una sociedad más justa y sostenible".
Consideran que, de cumplirse, el pacto contribuirá a reducir notablemente la
creciente brecha entre ricos y pobres.
Consideran positivas las
medidas fiscales acordadas: la lucha contra los paraísos fiscales, el
compromiso por una fiscalidad internacional más justa y el incremento del tipo
efectivo de las grandes empresas al 15%. Destacan también las medidas para reducir
la precariedad laboral y creen que tendrán impacto sobre todo en las mujeres.
El compromiso de derogación de la llamada Ley Mordaza es esperanzador
Uno de los principales retos del nuevo Gobierno de Progreso es
sacar adelante sus medidas, de manera que puedan lograr una estabilidad
parlamentaria que garantice la aprobación de las principales medidas del
acuerdo. Para saber si el cambio de discurso lleva aparejado un cambio real,
habrá que esperar a conocer detalles de cada una de las medidas, ver cómo
quedan dibujadas tras su trámite parlamentario y, sobre todo, saber cómo se
reflejan en los Presupuestos Generales del Estado.
Ahora, tanto Iglesias como Sánchez deberán validar una
dinámica de trabajo que demuestre la utilidad del Gobierno de Coalición, una fórmula
interiorizada en otros países de Europa pero que en España es inédita en la
historia reciente.
Sánchez espera abrir la legislatura del entendimiento y del
diálogo en lo social, lo territorial y lo generacional. Por ello, hizo un
llamamiento a abandonar la crispación, los vetos y la discordia. Indicó que
quiere un Gobierno que sea "activo, ejecutivo y resolutivo" y con
claros valores progresistas, marcándose cinco objetivos: afianzar el
crecimiento y el empleo, abordar el conflicto territorial, la justicia social,
la transformación digital y la plena igualdad de la mujer.
El Gobierno de Coalición, según los acuerdos firmados,
comparte la importancia de asumir el compromiso en defensa de la libertad, la
tolerancia y el respeto a los valores democráticos como guía de acción del
Gobierno, de acuerdo con lo que representa la mejor tradición europea. Por
ello, los ejes prioritarios de actuación han de centrarse en dar respuesta a
los principales retos que tiene ante sí la sociedad española.
Víctor Arrogante
En Twitter @caval100
Víctor Arrogante, profesor y analista político, colabora en Eco Republicano desde 2013
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