La revista portuguesa "Expresso" en su edición de mayo, dedica un reportaje sobre la figura del rey emérito Juan Carlos I. En su portada destaca una fotografía del monarca español y la titula "Ascensión y Caída de Juan Carlos", un trabajo periodístico que rubrica Angel Luis de la Calle.
"La transición del régimen dictatorial franquista a la democracia le garantizó un lugar en la historia. Pero en los últimos años, sus amantes y negocios sospechosos han dejado al monarca español aislado de su familia y sus súbditos", reza en la portada.
En su interior, el reportaje analiza en profundidad la "Crisis monárquica en España: luces y sombras en la vida de un rey". Destacando en sus páginas "Las crecientes sospechas sobre los oscuros negocios del rey emérito Juan Carlos I que obligaron a su hijo a repudiarlo y desvincularse públicamente de sus maniobras".
Según el periodista, "La familia real española tiene que agradecer a la pandemia de coronavirus el manto de silencio que cubre, por el momento, la crisis más grave sufrida por la institución monárquica en los últimos años".
Y añade: "Si no fuera así, toda la atención pública se centraría ahora en las serias motivaciones que obligaron al actual monarca, Felipe VI, a repudiarle públicamente el 15 de marzo, junto con la declaración del estado de alarma anunciada oficialmente en todo el país: su padre y su predecesor, desconectándose de sus maniobras financieras y retirando el dinero (alrededor de 200.000 euros anuales) que el rey emérito recibió del tesoro del Estado"
"Un ruptura total que, además de la división familiar, implicaba dar credibilidad de la más alta magistratura de la nación a las serias sospechas que se habían manifestado en los últimos años sobre las actividades económicas de Juan Carlos I", sostiene.
"La inviolabilidad legal de la figura del rey, que está consagrada constitucionalmente, en el momento en que se cometieron estos hechos, ha salvado hasta ahora al monarca de que se llevasen a cabo varias iniciativas de investigación judicial en España, pero no es prudente predecir que esta situación continuará para siempre. La oficina del fiscal, pero también el Parlamento (que lo ha intentado varias veces), acabará por investigar la conducta del monarca ahora repudiado por su hijo", sentencia.
Traducido por el Equipo de redacción de Eco Republicano